Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Este
es el principio de la poesía de nuestro poeta Miguel Hernández, estas
estrofas de su poesía dedicada a los aceituneros de Jaén, ayer y hoy son
extensibles a todos los jornaleros y pequeños campesinos que malviven en
los campos del estado español.
No
contamos con un censo veraz del número de jornaleros ¨proletariado agricola
¨que hay en el conjunto del estado, las cifras cambian según a que medio
estadístico recurramos, esto es debido a que la mayoría de estos trabajan sin
contrato y no estar dados de alta en la S.S, Pero podemos asegurar que
son cientos de miles , si tomamos Andalucía como referencia para hallar el
numero de estos obreros que mal venden su fuerza de trabajo, estaríamos
hablando de mas de 800.000, de estos en las ultimas décadas la mayoría son
inmigrantes que dadas las condiciones ¨legales¨ en las que se
encuentran, son mas dóciles ante las exigencias de sobreexplotación del patrón,
compartiendo esta situación, se encuentran un gran numero de jornaleros
foráneos que debido a la crisis general del capitalismo, tuvieron que modificar
su situación laboral ya que en los sectores en los que desempeñaban sus
trabajos fueron duramente castigados por la destrucción de fuerzas productivas,
destrucción necesaria para la recomposición de la tasa de beneficios del
capital.
Jornaleros
que en campaña, duermen en cobertizos o chavolas, jornaleros que ocupan
las rotondas y esquinas, a la espera de que un patrón les quiera llevar al
tajo, jornaleros que deambulan por los resecos o fangosos caminos, de finca en
finca con la esperanza de que ese día puedan ganar para comer.
Jornaleros
que en la mayor de las ocasiones cobran salarios por debajo de las
necesidades de reproducción, ejemplo: hoy en muchas explotaciones agrícolas se
llegan a pagar los jornales por minuto trabajado.
Este
proletariado agrícola, que en su día por sus posiciones y acciones
fue un elemento revolucionario, hoy debido al retroceso de las posiciones
teóricas practicas del movimiento comunista, y a la alienación de las
dirigencias sindicales, este colectivo de la clase obrera, se encuentra
totalmente desarmado ideológicamente, en manos de determinados sindicatos
¨partido¨ que como objetivo solo mantienen la paupérrimas mejoras de su
situación económica.
No
es a través de la toma de una finca o la creación de una cooperativa de II
grado, como se resuelve la situación de estos miles de jornaleros,
Solo
realizando la reforma agraria se podrán liberar al jornalero y al campesino del
yugo explotador de la burguesía y su estado, el Capitalismo.
Es
la abolición de la propiedad privada la que dará lugar a esa reforma agraria,
en la que toda la propiedad agricola sera socializada y gestionada por el
estado socialista, no tan solo la propiedad del suelo resuelve la situación de
miseria del campo,el estado debe de disponer de la propiedad de los medios de
producción y comercialización, sera el estado el que organice la
comercialización y consumo de la producción y, a través de la
planificación socialista siembre se garantizara la soberanía
alimentaria.
Esta
reforma agraria liberará al jornalero y pequeño campesino de las
pesadas cadenas, con las que son sometidos por la gran burguesía
capitalista.
No
podemos seguir permitiendo que a miles de jornaleros ¨proletarios¨ se les siga
embaucando con falsas promesas de una situación resuelta a través de la toma de
una finca o la apropiación de alimentos en cadenas de alimentación, acciones
que por parte del oportunismo se intentan elevar a una categoría política
superior, y que tan solo son formas burguesas de distracción del objetivo real,
la toma del poder por parte de la clase obrera.
Solo
con la toma del poder político por parte del proletariado fabril y
campesino, poder que socializara toda la tierra y los medios de
comercialización, se liberará el jornalero de sus cadenas.