Las posiciones políticas del actual aparato del KKE y sus partidos-títere
con respecto al antiimperialismo los situan en el mismo campo político que el
trotskismo tradicional.
Ellos han concebido una teoría dogmática y
antidialéctica segun la cual no puede haber sectores de la burguesía nacional o
de la pequeña burguesía en los paises dependientes que puedan jugar un papel
contra el imperialismo. Consideran que cualquier gobierno con participación de
sectores de esta burguesía tienen que estar integrados necesariamente en uno de
los bloques imperialistas.
Esto es un dogma que contradice los
principios leninistas con respecto al imperialismo y también toda la tradición
del Movimiento Comunista con respecto a esta cuestión.
He aquí la exposición clara y didáctica
del camarada Stalin con respecto a la cuestión:
"El carácter revolucionario del
movimiento nacional, en las condiciones de la opresión imperialista, no
presupone forzosamente, ni mucho menos, la existencia de elementos proletarios
en el movimiento, la existencia de un programa revolucionario o republicano del
movimiento, la existencia en éste de una base democrática. La lucha del emir de
Afganistán por la independencia de su país es una lucha objetivamente revolucionaria,
a pesar de las ideas monárquicas del emir y de sus partidarios, porque esa
lucha debilita al imperialismo, lo descompone, lo socava....La lucha de los
comerciantes y de los intelectuales burgueses egipcios por la independencia de
Egipto es, por las mismas causas, una lucha objetivamente revolucionaria, a
pesar del origen burgués y de la condición burguesa de los líderes del
movimiento nacional egipcio, a pesar de que estén en contra del socialismo...Y
no hablo ya del movimiento nacional de otras colonias y países dependientes más
grandes, como la India y China, cada uno de cuyos pasos por la senda de la
liberación, aun cuando no se ajuste a los requisitos de la democracia formal,
es un terrible mazazo asestado al imperialismo, es decir, un paso indiscutiblemente
revolucionario."
(Puede leerse el artículo completo
aquí: http://www.comunistasdeextremadura.net/2016/10/stalin-y-el-antiimperialismo.html )
La fidelidad a este dogma antimarxista les
lleva a considerar como enemigos integrados en un polo imperialistas a
gobiernos como el de Venezuela o Bolivia, contradiciendo la postura de apoyo de
los comunistas de estos paises a sus respectivos gobiernos en su lucha
antiimperialista o la solidalidad antiimperialista de la práctica totalidad del
Movimiento Comunista Intenacional. También consideran imperialista a
estructuras economicas y políticas como el ALCA al que pertenece Cuba.
El caso de Siria es especialmente
sangrante. El pueblo sirio, con su ejército y su gobierno al frente están
afrontando la mayor agresión del imperialismo desde Vietnam. Los comunistas
sirios están integrados en este gobierno a través del Frente Nacional
Progresista. Sin embargo estos iluminados consideran a este gobierno como
imperialista y a la lucha del pueblo sirio como una lucha
interimperialista.
Su dogmatismo también les hace considerar
el Socialismo como algo cerrado y acabado y no como una etapa de transición en
evolución sujeta a múltiples factores internos y externos. Por eso consideran a
Corea Democrática como no socialista o que se está restaurando el capitalismo
en paises como Cuba o Vietnam. Sus posiciones coinciden absolutamente con el
trotskismo tradicional y por eso hay que situarlos en ese campo
ideológico y político.
José Koba