Como
todos los años, a principio de Enero, los "expertos" se apresuran a
dar datos y hacer proyecciones de creación de empleo para el nuevo 2016. Se van
a crear, según ellos, medio millón de puestos de trabajo. ¿Cuántos de ellos
durarán dos semanas? ¿En cuántos de ellos se cobrará suficiente para poder
vivir con dignidad? ¿Cuántos se destruirán al mismo tiempo? ¿Cuántos jóvenes
abandonarán el Estado Español para desinflar el porcentaje de paro? Los
expertos sólo son expertos en vendernos humo, pero no en analizar desde una
perspectiva seria lo que a la juventud trabajadora nos interesa.
Hace una semana, el País traía un titular algo turbulento: "Los
expertos vaticinan para 2016 más empleo con más temporalidad". Antes que
nada, que nadie crea que "los expertos" son científicos o filósofos
neutrales en la sociedad y en el juego del trabajo. Los expertos son economistas -economistas del capitalismo, claro-,
empresarios y representantes de las Empresas de Trabajo Temporal, por
lo que su juicio quizás se vea algo influido por sus intereses de clase, o
quizás bastante.
Efectivamente en 2015 se firmaron cerca de medio millón de contratos,
además de todos los trabajadores y trabajadoras que tuvimos que trabajar en
negro, sin contrato, sin cotizar, sin seguro. Es normal, la sociedad la movemos
los trabajadores y los empresarios nos necesitan para echar a andar sus
empresas ¿Es posible que se esté saliendo de la crisis? Pues claro, pero a costa de una rebaja enorme de las condiciones laborales del
pueblo trabajador. El puesto que antes era pagado a 1200 euros,
ahora se paga a 800 y se trabaja más horas: solucionada la falta e beneficios
para el empresario. Eso sí, la crisis la estamos pagando los obreros y
sobretodo los jóvenes obreros, puesto que los precios de alquiler, de comida y
del resto de necesidades básicas no descienden tanto como nuestros salarios.
Los expertos vaticinan unos 438.000 nuevos contratos, y la
posible reducción del paro al 20%, aunque también avisan de que la
incertidumbre política, la falta de gobierno estable, dificulta el crecimiento.
En el mismo artículo que comentábamos antes, El País se ve obligado a nombrar
la otra cara de la moneda: un representante de Comisiones Obreras señala
"El modelo que se ha llevado adelante es el de la contratación precaria.
El PP se ha centrado en que el empleo crezca rápido en lugar de que sea de calidad. De los 550.000 trabajos creados en el último año, más de la mitad
son de bajo valor añadido". En efecto, el PP, gestor del
capitalismo en los últimos años, ha propiciado con sus reformas laborales la
contratación precaria, que hoy todos sufrimos y que era una necesidad
insalvable del capitalismo español, europeo y mundial.
Ahora que ya han destruido de forma ingente la fuerza de trabajo, que han
cerrado fábricas, bajado los salarios, establecido escalas salariales a la
baja, deslocalizado, despedido... ahora tienen que recuperar ganancias, y esto
se hace contratando de forma más precaria. Y, por supuesto, haciéndonos
creer que es normal y que no hay otra salida.
Los datos y las premoniciones están basados en gran medida en la
"intención de contratación" de los directivos de las empresas. Uno de
los representantes de una de las empresas de encuestas, declara: "Sus
intenciones de contratación para el primer trimestre de 2016 arrojan una mejora
del 4%, un hecho que viene a reafirmar la recuperación de la confianza".
Parece que nuestro futuro laboral depende no de nuestra necesidad de ganarnos
la vida, no de las necesidades materiales de la población, sino de las intenciones personales de la clase empresarial.
Según El País, "van a fichar personal para sus empresas, especialmente
en hostelería, transporte, almacenamiento, comunicaciones, intermediación
financiera y servicios empresariales. Y serán las grandes empresas las que más
tiren de los contratos.". Así pues, los empleos que se
pretenden crear son en los sectores que la práctica nos demuestra con mayor
nivel de temporalidad, sobretodo en hostelería. Además, el
hecho de que vayan a ser las grandes empresas las que más empleo creen, es
también evidencia de la tendencia del sistema capitalista a la monopolización,
a la ruina de las pequeñas empresas que no pueden competir con las
multinacionales: otro sector directamente perjudicado.
Año tras año, los voceros del gobierno de turno, nos intentan desinflar las
ganas de luchar mediante datos y predicciones. Lo mismo ocurrió en 2015, y la
contradicción entre los papeles y datos formales -que ofrecían menos paro- y la
realidad material de la juventud obrera -que sólo encuentra trabajos precarios,
temporales y muy poco remunerados- es enorme. En fin, probablemente se creen
empleos este 2016; cuántos serán precarios, temporales o incluso sin
remuneración -de prácticas- es algo que no dirán los datos formales.