Llegamos al 4 de diciembre
de 2015 justo cuando empieza la campaña electoral para unas elecciones
generales donde de nuevo mucho se juega la clase obrera andaluza. Unas
elecciones marcadas por el bipartidismo con sus respectivos repuestos y una
izquierda revisionista que no es capaz de ver más allá de sus interés
personales dentro del marco del capital.
El 4 de diciembre de 1.977
tuvieron lugar en toda Andalucía las mayores manifestaciones conocidas en
nuestra tierra, consiguiéndose forzar incluso el modelo territorial ya
perfilado en los debates constitucionales, que obligaron primero a reconsiderar la existencia
de sólo tres territorios históricos con personalidad propia y en segundo lugar
las vías para acceder al ejercicio de las limitadas competencias de
autogobierno que la constitución permitía. Esta eclosión de movilizaciones y
reivindicaciones al grito de “pan, trabajo y libertad” perseguía el
autogobierno, pero sin embargo estas energías sociales se vieron en buena
medida frustradas por la falta de un referente político claro, coherente y
unitario que ensamblase, con posibilidad de éxito, las legítimas
reivindicaciones del pueblo andaluz con un programa de transformaciones
sociales y económicas. El resultado de la división entre los partidos que
realmente defendían transformaciones sociales trajo la hegemonía casi absoluta
del proyecto burgués, representado por el PSOE, financiado por el capital
monopolista y apoyado por los círculos imperialistas, que se han perpetuado en
el poder.
Hoy es importante recordar
que el 04-12-77, durante la manifestación celebrada en Málaga murió asesinado por las hordas fascistas Manuel
José García Caparrós, cuyos responsables nunca pagaron por lo que hicieron, y
por ello para nosotros cada 4 de diciembre los militantes del PCPA-PCPE
reforzamos nuestro compromiso
combativo, pues el mejor homenaje
que se le puede hacer a este joven obrero es
continuar la lucha.
Tras 34 años de autonomía
muy poco ha cambiado en lo profundo las estructuras del poder real en Andalucía
ya que no hemos logrado salir de la dependencia política y económica respecto
de los poderes centrales del estado y del capital monopolista. Basta echar un
vistazo a los rasgos más notables de la actual situación en Andalucía: fuerte
militarización de nuestro territorio (Rota y Morón), el poder político en manos
de los partidos del sistema profundamente comprometidos con el proyecto comunitario
europeo, la perceptible carencia de contenido verdaderamente democrático y
transformador de las instituciones autónomas, convertidas en meros instrumentos
de gestión al servicio del poder central, la sistemática y absorbente
colonización cultural, que, usando los poderosos medios de comunicación y
transmisión ideológica (desde la radio a la Universidad) amenaza con destruir
la identidad nacional y contestataria de nuestro pueblo, el urbanismo
especulativo y salvaje, la acelerada degradación forestal y la imparable
agresión al medioambiente con vertidos de tóxicos, caciquismo y clientelismo,
las elevadas tasas de pobreza, paro, corrupción, drogadicción e incluso
analfabetismo ,revelan carencias de infraestructuras, propias de un país
subdesarrollado y son un freno objetivo para iniciar un auténtico despegue
económico autónomo.
En definitiva, sigue y se profundiza la marginación y la
servidumbre a la vez que se consolida el viejo y cruel tándem
“subdesarrollo-dependencia” que estrangula el futuro de los pueblos situados en
las diversas periferias del sistema, en el marco de la estrategia que combina
formas “clásicas” de la represión con técnicas modernas de alienación de masas,
en una ofensiva sin precedente por el control de las conciencias por medio de
la propaganda sistemática de la ideología dominante.
En estas condiciones, el
movimiento popular en Andalucía encuentra importantes obstáculos para recuperar
el espíritu del 4 de diciembre, pero debemos seguir en el empeño con la
esperanza de que tras un período, demasiado largo, de retrocesos, derrotas,
resistencia en condiciones extremadamente hostiles, intentos infructuosos….,
veamos la luz del túnel y las calles de Andalucía vuelvan a llenarse para
recuperar los derechos perdidos y defender los que peligran (reforma laboral,
recorte pensiones, etc..) y exigir la reforma agraria, el derecho de
autodeterminación y la creación de una República Socialista de carácter
confederal, basada en el principio de unión voluntaria de pueblos libres y
soberanos.
Tenemos que seguir y
reactivar la lucha por el poder obrero y popular, por una educación laica
pública y de calidad, por una sanidad pública y de calidad, por la reforma
agraria integral, por el control obrero de los medios de producción, por la
desmilitarización de Andalucía, por una economía planificada que cuide el medio
ambiente y por el derecho de autodeterminación, desde posiciones de clase.
Manifestamos nuestro firme
compromiso para que el PCPA-PCPE sea la herramienta útil que necesita la clase
obrera, los y las jornaleras, las capas populares, la cultura, la paz, y el
campesinado andaluz para enfrentar las consecuencias de la crisis capitalista y
trabajar firmemente para conseguir la unificación de las luchas en el
movimiento obrero y popular contra el paro y la precariedad y buscar una salida
socialista-comunista revolucionaria para superar la situación que vivimos en
Andalucía.
¡POR
UN 4 DE DICIEMBRE REIVINDICATIVO Y DE
LUCHA!
¡POR
EL DERECHO A LA AUTEDETERMOINACION DE LOS PUEBLOS!
¡POR
EL SOCIALISMO Y EL COMUNISMO!