El
resultado de estas Elecciones no supone ninguna situación de mejora para la
clase obrera. Viejos y nuevos partidos seguirán desarrollando las viejas
políticas que impone la dictadura del capital.
Las
clases dominantes, con estos resultados, tendrán la colaboración de las fuerzas
oportunistas, y de nueva creación, para tratar de avanzar en su estrategia de
Segunda Transición, con el objetivo de consolidar su antisocial sistema de
dominación y lanzar nuevos ataques contra las condiciones de vida y de trabajo
de la clase obrera y de los sectores populares. Los resultados plantean unas
complejas negociaciones para formar gobierno, que llevarán a una situación de
inestabilidad política en el próximo periodo.
Ya en
estas últimas semanas desde la UE se han lanzado orientaciones al gobierno
entrante en el sentido de la necesidad de realizar nuevos ajustes en materias
sociales y nuevas contrarreformas laborales. Ninguna de las combinaciones de
gobierno posibles se opondrá a este imperativo de los grandes monopolios,
dictado desde Bruselas.
Los
resultados darán continuidad a una nueva fase de la crisis en la cúspide por la
que transita el capitalismo español. La clase obrera tiene que prepararse para
luchar en estas condiciones concretas, donde la colaboración de las fuerzas
oportunistas añadirá un factor de engaño y manipulación contra el que habrá que
combatir con una fuerte ofensiva ideológica frente a las nuevas formas que
adopta la socialdemocracia en España.
El
Partido Comunista se apoyará en sus resultados electorales para impulsar las
luchas obreras y populares contra el nuevo gobierno que saldrá de esta nueva
correlación de fuerzas.
Continúa
la lucha por el poder obrero y por el socialismo como la única salida a la
barbarie capitalista