Ayer, un aturdido Rajoy se preguntaba a sí mismo "¿Cómo ha
podido pasar esto?" mientras una multitud coreaba "¡Bravo!
¡Bravo!" y un guarda espaldas del señor presidente inmovilizaba a un joven
de 17 años que había tenido el valor de acercarse al presidente para
"charlar" con él.
Fue una charla muy breve, tan breve como un brutal
puñetazo en la cara, una forma concisa de expresar indignación
por parte del joven. Hay que decir que nuestro presidente recibió el golpe con
mucho aplomo y endereza.
Pues bien, yo me pregunto: ¿por qué un joven gallego
querría amoratar la cara del presidente con tal hostia soberana?
¿Qué razones tendría para hacerlo? Yo no lo entiendo. ¿Por qué querría agredir
al presidente de la ley mordaza?
¿Qué razón hay de atacar al buen presidente que nos trajo la reforma laboral?
¿Qué hizo el bueno de Mariano para merecerlo, si él nos trajo la subida del
IVA y de las tasas universitarias? ¡Qué poca gratitud muestra
este joven a nuestro eficiente presidente que trajo la virtud a nuestras
escuelas mediante la LOMCE! ¿Es que
este joven no agradece el rescate recibido de la Unión
Europea ni la cesión de dinero público para salvar a los bancos?
¡Qué vergüenza de país! ¡Qué falta de respecto al presidente,
como si él hubiese ofendido a alguien,si cinco millones de parados
están muy contentos con su gestión!
Tal vez
este joven tuviese a varios miembros de su familia en paro, tal vez no pudiese
pagar los estudios universitarios que deseaba cursar, tal vez por culpa de la
reforma laboral sus padres cobrasen salarios de miseria y no pudieran comprarle
a su hijo la medicación que necesitaba, pues este joven al parecer estaba en
tratamiento.
También puede ser que este joven y su entorno, su familia, no
estuviesen tan afectados por la crisis como sí lo están otros trabajadores.
¿Pero acaso eso importa? El joven actuó con el
sentimiento y la pasión de miles de familias trabajadoras golpeadas por este
gobierno y sus medidas para
que los capitalistas salgan de la crisis.
No obstante, actuar con el corazón y la pasión no siempre trae
buenos resultados. ¿Qué ha logrado este joven que dice sentirse orgullosos de
sus actos? ¿Gracias a su acción hay más
hombres y mujeres organizados en estructuras revolucionarias? ¿Hay más gente
concienciada?La triste realidad es que el movimiento obrero no
ha avanzado ni un ápice con este acto y sin embargo todo el peso de la ley
caerá sobre este joven, para ser exactos, la ley mordaza del PP. Y encima
querrán ir de victimas, como si sólo existiese la violencia de este joven, y no
existiese la violencia de la policía reprimiendo los barrios obreros, la
violencia de la explotación al llegar reventado a casa y con los bolsillos casi
vacíos, la violencia del hambre que pasan miles de niños en este país...
Hay muchas formas de violencia ya que esto es una guerra, es
lucha de clases y no estamos ganando.Este tipo de actos
individualistas y carentes de organización pueden estar llenos de una pasión
justificada y buenas intenciones, pero no nos llevan a nada. Debemos comprender que nuestra fuerza reside en la
unidad y la organización, que
el camino hacia la revolución es un camino que debemos hacer juntos.