Tras el encuentro con
Mariano Rajoy (PP), Pablo Iglesias ha manifestado que ha trasladado al líder
del PP que Podemos "no va a facilitar un Gobierno presidido por él ni por
nadie del Partido Popular, ni por activa ni por pasiva". Una frase redundante
y que no se puede hacer otra cosa que apoyar. A Iglesias, sin embargo, no se le
escucha decir lo mismo con el PSOE.
Aquellas mareas de
gente que gritaban "PSOE y PP, la misma mierda es" y que muchos de
ellos se acercaron a las urnas el pasado día 20 para votar a Iglesias y sus
huestes, o han olvidado sus gritos o han sido cautivados por el pragmatismo de
Podemos de considerar muy diferente al PP y al PSOE. Tanta tertulias en La
Sexta, tantas movilizaciones en las calles, tantas ilusiones... para acabar en
la orilla de los zapateros de nueva generación.
Va a resultar que el pragmatismo, hijo de los dictámenes de la U.E y la
Troika, obliga a estar en el marco con el menos malo que siempre puede dar
alguna poltrona. Los que consideran que el PP y el PSOE son las dos columnas
necesarias del sistema, y que merecen ambos no solo criticarlos en las campañas
electorales sino combatirlos tras las elecciones, no parece que vayan a estar
representados por los 69 diputados de Podemos.
