Los
resultados de las elecciones venezolanas del 6D han supuesto una dura derrota
para las fuerzas que impulsan la revolución bolivariana. Estos resultados crean
una situación política en la cual las fuerzas de la reacción, aliadas del
imperialismo, pasan a tener una fuerte ventaja en la pugna política en
Venezuela. El Presidente Maduro enfrentará un difícil período en el ejercicio
de su mandato.
Ante esta nueva situación el PCPE entiende que es el momento de sacar
conclusiones de ese triunfo de la burguesía criolla y sus aliados, y enfrentar
la situación con la moral de lucha que la clase obrera venezolana nunca debe
perder en el camino hacia la conquista de su emancipación, donde siempre se
darán avances y retrocesos.
Las revoluciones que aspiran a cambiar el carácter de clase del estado, y a
llevar a la clase obrera al poder, para iniciar la construcción del socialismo,
enfrentarán siempre la reacción violenta de las viejas clases dominantes, que
nunca entregarán el poder sin dar todas las batallas a su alcance para derrotar
a las fuerzas populares que tienen la osadía de cuestionar su dominación.
Un proceso revolucionario exige aplicar los cambios en la superestructura del
sistema hasta sus últimas consecuencias. No hay posibilidad de cambiar el
sistema desde dentro, y con sus propias normas. Queda claro que, después de
diecisiete años de proceso bolivariano, no se realizaron todos los cambios
necesarios para conjurar la capacidad de maniobra de las fuerzas que se oponían
al proceso.
En una situación de creciente violencia del imperialismo, acorralado por la
persistente crisis económica, era necesario evaluar con rigor las tácticas del
boicot y la manipulación. El desabastecimiento, la permisividad con los medios
de comunicación golpistas, la impunidad de los grandes propietarios, etc.,
facilitaron un proceso de reorganización de los enemigos del proceso, que se
apoyó también en las dificultades propias de cualquier proceso de cambio para
golpear con fuerza y ganar el apoyo de una parte no pequeña de la base social.
La clase obrera venezolana tiene que sacar conclusiones sobre esta experiencia,
evaluar los errores y recomponer su táctica. El PCPE considera que el Partido
Comunista de Venezuela ha sido la fuerza más consecuente en este proceso,
planteando con claridad una y otra vez la necesidad de avanzar hacia el poder
obrero y un nuevo marco de leyes que lo sustentaran.
Las derrotas de los pueblos son amargas. Pero no hay tiempo para lamentaciones.
La tarea ahora es la de levantar con más fuerza las banderas de lucha por la
revolución socialista, aprendiendo de las importantes experiencias de estos
años, de sus aciertos y de sus errores.
El PCPE estará siempre junto a la clase obrera y al pueblo venezolanos, para
aunar fuerzas por un mismo proyecto revolucionario, por el socialismo y por el
comunismo.