En estos momentos, cuando el
imperialismo está alcanzando sus más altas cotas de violencia, perversión y
depravación. Cuando, ante la irresoluble crisis capitalista, está provocando
guerras y masacrando pueblos para controlar recursos naturales y zonas
estratégicas. Cuando crea, financia, arma, utiliza y fomenta el terrorismo más
inhumano y bárbaro, llámese EI, Al Qaeda, ESL, etc…
Cuando organiza
golpes de Estado, resucitando el nazismo en Europa. Cuando está preparando una
guerra generalizada en el mundo que no puede ser sino nuclear, no podemos
seguir impasibles, con nuestras miserables e insulsas vidas, como si no pasara
nada, sentados frente al ordenador, ante una “realidad” virtual o engullendo la
telebasura y la desinformación de los “perrodistas” canallas, lacayos y
criminales de guerra. ¡HAY QUE REACCIONAR!
Recientemente hemos visto como nuestra
cómoda, cobarde e hipócrita “forma de vida” ha sido golpeada en forma de
crueles actos de violencia terrorista por una organización creada, armada,
financiada y sostenida por los regímenes “democráticos” de la OTAN y sus
compinches, igualmente “democráticos” de Arabia Saudí y Qatar. Es el efecto
boomerang de las atrocidades y crímenes contra la humanidad del imperialismo.
Eso es lo que no entienden todas esas
plañideras cobardes que ahora pululan por ahí con banderitas francesas, minutos
de silencio, ramitos de flores y velitas, pero que cuando sus gobiernos
masacran a centenares de miles o millones de personas y destruyen países para
saquearlos y garantizarles esa falsa ilusión de “Estado del bienestar”,
permanecen absolutamente indiferentes.
Las víctimas de París no eran parásitos
burgueses, ni sus lacayos corruptos gubernamentales. Eran fundamentalmente
trabajadores, como los de Madrid el 11-M. Y los trabajadores serán de nuevo
víctimas, no solo porque las consecuencias de la guerra permanente del
imperialismo se dejarán sentir de nuevo en forma de nuevos atentados
indiscriminados, sino también porque los regímenes criminales de “occidente”
aprovecharán estos actos para restringir aun más los derechos del Pueblo y
endurecer su dictadura.
En nuestro país, los gobiernos
“democráticos”, tan serviles, rastreros y “vendepatria” como sus antecesores
franquistas, ha continuado la tendencia de aumentar la presencia yanky en
España, ampliando sus bases e incrementando el número de sus tropas.
En Morón de la frontera se ha dado un
salto cualitativo. Además de incrementar las tropas norteamericanas en 3.000
efectivos, se le ha entregado la base en exclusividad. Ellos podrán realizar en
ese territorio e instalaciones cualquier tipo de actividad, sin el trámite
formal de informar al gobierno español.
Desde las bases de Rota y Morón se han
perpetrado crímenes contra los pueblos de Libia, Mali, Siria e Irak. Estas
agresiones se incrementarán en el futuro.
Pero a quienes les resulte indiferente el sufrimiento y la muerte de miles de seres humanos en otros paises, también deben tener en cuenta que estas Bases militares son unas gigantescas dianas en una futura y cada vez más probable guerra general de tipo nuclear.
¡Hay que organizarse y movilizarse
contra el origen de toda esta violencia, que no es sino el Imperialismo! Y en
España esta movilización debe centrarse prioritariamente en dos cuestiones, que
son: la salida de España de la OTAN y el cierre de las Bases militares
extranjeras.
Por eso desde esta página hacemos un
llamamiento a participar en la Marcha Antiimperialista a la Base yanky
de Morón de la Frontera el próximo 21 de Noviembre.
¡OTAN NO, BASES FUERA!