Las movilizaciones sociales
parecen haber remitido en los últimos meses. El cuadro de protestas sociales no
parecen coincidir en incidencia con la situación de precariedad y dramatismo
social que vive buena parte de la clase trabajadora.
En la situación más álgida de la movilización obrera y popular
–huelgas generales y otras protestas importantes- los centros intelectuales del
sistema activaron sus estrategias para revertir el proceso de acumulación de
fuerzas que se había puesto en marcha por parte de la clase obrera en el
escenario de la agudización de la crisis capitalista.
Unas estrategias que tuvieron la habilidad de apoyarse en el
malestar evidente de amplios sectores -que incluían a la clase obrera y a
sectores de la pequeña burguesía-, y que buscaron facilitarle el protagonismo a
los sectores menos confrontados con la dominación del capitalismo. Con un
supuesto aire de innovación en la política lo que se activó fue la vieja
socialdemocracia de siempre, impulsada por una pequeña burguesía que veía con
horror el deterioro de sus condiciones de vida y el ascenso de las luchas
obreras más combativas.
El recorrido es conocido: 15M, rodea el Congreso, Marchas de la
dignidad, Mareas diversas, etc.
Con
estas estrategias se arma “la respuesta de la ciudadanía”, y se le
arrebata el protagonismo a la clase obrera y a otros sectores populares en
favor de la pequeña burguesía.
En lo político eso se concreta en el surgimiento de PODEMOS y en
los ajustes más reciente de la línea política de IU.
El
mensaje ahora es que ya no hay que luchar, que ahora en las instituciones se
gestiona a favor de “la gente”, que ya
no se ejecutan hipotecas (¡¡¡¡…!!!!), que el poder político está más cerca,
etc.
Lo cierto es que las fuerzas del capital han conseguido
desactivar la lucha obrera más generalizada, y, con la colaboración de las
fuerzas oportunistas, ocultar la gran diversidad de luchas obreras que se
siguen dando en muchos lugares. Esas fuerzas oportunistas juegan un precioso
papel para esos fines de la burguesía, para darle continuidad a la explotación
en un escenario de mayor paz social.
La clase obrera sigue en una situación extrema. Paro,
sobreexplotación, subempleo y microsalarios, determinan su existencia. Una
situación marcada, además, por una agudización del terrorismo patronal en los
centros de trabajo, al amparo de esa colaboración de las fuerzas oportunistas
en el mantenimiento de la paz social, y con un uso intensivo de las
herramientas que pusieron en sus manos las contrarreformas laborales más
recientes.
Que no termine de cuajar un sindicato de unidad y de clase al
margen de CC.OO y UGT a qué puede deberse
Es un problema esencialmente ideológico, y que la reconstrucción
de un sindicalismo de clase después de lo que ha ocurrido en este país en las
últimas décadas no es una tarea fácil.
En buena medida la deriva que conocemos del sindicalismo estuvo
vinculada a la deriva eurocomunista del PCE, en esa situación el sindicalismo
se quedó sin el necesario paraguas político que necesita el sindicato, y todo
lo demás vino rodando solo.
Ahora la recuperación del sindicalismo de clase vendrá asociada
a la misma existencia de un Partido Comunista con la capacidad suficiente para
intervenir en el movimiento obrero y jugar un papel efectivo de dirección
política. Sin este requisito muchos de los sindicatos que se reclaman de clase
no tienen potencialidad para jugar el papel que pretenden. Si en un lado hay
una alta responsabilidad por el actual desarme del movimiento obrero, en el
otro hay mucho de miopía y falta de propuesta práctica para modificar esta
situación.
Por ello el PCPE apoya el proceso de unidad clasista que son los
Comités para la Unidad Obrera. Una unidad que no se embarra en la disputa de
siglas sindicales, sino que va construyendo unidad de la clase en la lucha
obrera y en la práctica sindical dentro de los centros de trabajo.
Hoy el capital ejerce su dictadura sobre la clase obrera con una
posición de ventaja porque todavía no avanza de forma suficiente la estrategia
de unidad de la clase y del sindicalismo de clase, y esa situación la tenemos
que modificar con un inmenso trabajo.
Cuando dirigentes de IU y de Podemos hablan de "Unidad
Popular" qué piensa el PCPE
Como todo lo que toca el oportunismo, en este tema también
pervierte el término.
No hay
ninguna propuesta de candidaturas que merezca llamarse de “Unidad Popular”.
Estamos con la misma estrategia del engaño, de la apropiación de términos con
el objetivo de inutilizarlos para tratar de impedir su utilización consecuente.
No ha
sido necesario mucho tiempo para constatar el discurso falsario de la “nueva política”.
En la gestión de las instituciones sólo hay cosmética y ningún cambio esencial.
Lo mismo da que sea el Ayuntamiento de Madrid o el de Las Palmas de Gran
Canaria. En todo caso un toque “más social”, esa es
toda su aportación, el capitalismo no se inquieta lo más mínimo.
Las
candidaturas de Unidad Popular se construyen en la lucha organizada de la clase
obrera y los sectores populares, con una estrategia de movilización social articulada
en Comités Populares que le dan un sustento de masas. Quienes hoy hablan de
candidaturas de “Unidad Popular” le dan al término un sentido
pintoresco, casi de comic.
Pero... ¿es posible incidir
politicamente sin masas/votos que respalden esa lucha?
Todo proyecto político transformador necesita de una estrategia
de masas. En lo electoral, votos.
El PCPE lleva esa concepción de lucha de masas en su propio ADN
desde enero de 1984.
Otra cosa es que hay que considerar que el desarrollo del
trabajo de masas no es algo que dependa en exclusiva del Partido Comunista, por
mucho que su militancia se esfuerce en avanzar en ese terreno. Hay otros
factores que vienen determinados por el desarrollo de la lucha de clases, por
las condiciones de la lucha ideológica, por las artimañas del enemigo de clase,
etc.
El Partido Comunista trabaja con una estrategia propia, y va
dando pasos en ese terreno que no son pequeños. Hay quienes se desesperan, o
menosprecian ese trabajo porque no da resultados de mayor dimensión en plazo
breve.
Quienes quieren resultados rápidos normalmente carecen de una
concepción fundada del proceso de construcción del Partido, y del necesario
desarrollo temporal del trabajo continuado para ganar influencia en las masas.
Se desesperan ante las convocatorias electorales porque quieren resultados
exitosos sobre la marcha, y van dando bandazos de un lado para otro sin
acumular nunca nada.
Yo
recuerdo la experiencia de las Elecciones Europeas, en el año 2009, cuando se
presentó la candidatura deIniciativa Internacionalista. Esa operación en la
que no participamos -entre otras cosas porque no había ninguna garantía de
continuidad y era puro electoralismo-, llevó aparejado un ataque a la presencia
electoral del PCPE (desde dentro de esa formación y desde las fuerzas del
sistema), que tuvo incidencia negativa en nuestros resultados. Pero, pasados
los años, el PCPE sigue aquí desarrollando su proyecto, y quienes defendían
apasionadamente esa propuesta como algo que iba a cambiar la situación política
en España andan cada cual por su lado sin ningún proyecto consistente.
¿Por qué se hace tan difícil una candidatura comunista de unidad
con posibilidades reales de entrar en el Parlamento? ¿qué responsabilidad tiene
en ello las propias organizaciones de clase?
Siguiendo con la contestación a la pregunta anterior, una
candidatura comunista con posibilidades reales será una consecuencia directa
del aumento de la capacidad de intervención política del Partido en la lucha de
masas.
Habrá representación comunista en el Parlamento cuando el
Partido Comunista tenga una mayor incidencia de masas, no se dará de otra
manera.
Personalmente tengo la experiencia de la elección de Fernando
Sagaseta al Parlamento español por la provincia de Las Palmas en el año 1979.
En ese tiempo existía en Canarias un importantísimo movimiento popular que, por
ejemplo, nos llevó más adelante a ganar el referéndum de la OTAN, en el año
1986, con el mejor resultado de todos los lugares del Estado donde el NO ganó.
Yo formé parte de la candidatura siguiente en las elecciones de 1982, cuando
Fernando ya no salió elegido. En ese momento yo era concejal del Ayuntamiento
de Santa Lucía, como resultado de una amplia lucha popular de masas contra las
Contribuciones Especiales, que habíamos ganado.
En la
campaña electoral de 1982 la conjunción de errores propios, y del violento
ataque de la burguesía y de sus aparatos del Estado, contra la Unión del Pueblo Canario y
contra todo el movimiento popular que representaba, debilitó el movimiento de
masas y no fue posible mantener el acta de Sagaseta que volvía a encabezar la
candidatura. También coincidió el engaño socialdemócrata con la candidatura del
PSOE.
Trabajamos con esa experiencia y con muchas otras más. Nos son
pocas las experiencias en las luchas de masas existosas que tenemos los cuadros
del PCPE.
Es necesario tener una posición rigurosa en la estrategia de un
Partido Comunista para levantar un movimiento de masas que realmente avance
hacia el socialismo. Cualquier cosa no vale. Las fuerzas del sistema siempre
nos van a colocar enormes dificultades para el logro de ese objetivo, pero no
se puede ser víctima de la desesperación y avanzar por caminos que no van a ningún
sitio.
La clase obrera necesita que el PCPE avance en esa mayor
influencia de masas, y nuestra militancia trabaja con constancia y
responsabilidad en el logro de ese objetivo.
Cataluña, el 27S hay unas elecciones que pueden desembocar en una
declaración de independencia. El PCPE cómo valora el concepto de
"autodeterminación de los pueblos" y el trabajo de organizaciones de
izquierdas como las CUP
Lo primero es decir que el 27S no hay un proceso de
autodeterminación en Catalunya, creo que esa es una idea que hay que dejar
clara para no trivializar la cuestión.
Hay una parte de la burguesía -ya veremos si su grado de
influencia es mayor o menor- que coloca una propuesta política propia con una
estrategia que entiende que conviene a sus intereses clasistas.
No consideramos que en el sistema de la monarquía parlamentaria
española haya posibilidad para el ejercicio del derecho de autodeterminación.
Los pueblos y naciones del Estado Español tienen derecho al
libre ejercicio del derecho de autodeterminación. España será una República
Socialista de carácter Confederal como resultado de la libre decisión de esos
pueblos y naciones. En ese proceso, que implica la derrota de las actuales
clases dominantes, es donde se podrá dar el libre ejercicio de la
autodeterminación de aquellos pueblos y naciones que lo decidan, resolviendo en
el sentido de la pertenencia o de la separación.
Por eso
el PCPE tiene su formulación “de carácter confederal”,
porque es un tema que no está determinado históricamente, y depende en buena
medida de la fuerza con que se dé el proceso revolucionario en España. La forma
en que se dé ese proceso puede generar condiciones que impulsen una rápida
superación del carácter plurinacional del Estado Español, o puede requerir de
un tiempo político de mayor desarrollo temporal para la superación de ese
determinante histórico, para que la clase obrera de todo el Estado se pueda
constituir en clase nacional en el poder. Nuestra posición permite el
reconocimiento real de las diferencias. Esa es la dialéctica propia de un
estado-nación que se formó en unas condiciones históricas concretas de gran
complejidad, como es el caso de España.
En cuanto a las CUP, en nuestra
opinión, ocupan el espacio de un partido que hace de la defensa de los derechos
nacionales su objetivo central, y donde han quedado muy desdibujadas las
posiciones antiimperialistas o de lucha por el socialismo.
¿Lo de Syriza en Grecia fue una traición o la constatación que
dentro del sistema (UE, euro, deuda...) es imposible avanzar?
No creo que nadie pueda tener la ingenuidad de pensar que en la
Europa de los monopolios es posible la realización de políticas que no se
ajusten al dictado de estas grandes corporaciones económicas.
Yo creo que lo de Syriza ha sido un engaño puro y duro. Ellos
tienen una alta responsabilidad política por haber engañado al pueblo griego
con sus promesas mentirosas que, además, buscaban socavar electoralmente los
resultados del KKE de una forma consciente.
Es la misma situación que se da en España, donde donde los
proyectos políticos de PODEMOS e IU, prometen suavizar el capitalismo, y juegan
un papel activo -favorable a las clases dominantes- en la negación de la vía de
un proceso revolucionario de toma del poder por parte de la clase obrera para
construir el socialismo.
¿Saldrá reforzado electoralmente el KKE (partido hermanado con el
PCPE) tras la acatamiento a las directrices de la troika de Syriza?¿Podrá haber
un Frente unido con los que abandonaron Syriza por su izquierda (Unidad
Popular)?
En principio todo lo ocurrido juega a favor del KKE, tienen la
posibilidad de obtener un mejor resultado electoral. Pero el enemigo de clase
tampoco se quedará quieto en esta situación, ya veremos qué tácticas
desarrollan en este escenario.
En esta campaña electoral vamos a ver a Syriza haciendo un
anticomunismo activo; no tienen otra opción, es parte del papel que tiene
asignado cualquier fuerza oportunista en la lucha ideológica. En ese sentido
van los calificativos de sectarios que se dirigen desde diversas posiciones
contra el KKE. Ahí coinciden las fuerzas de la nueva socialdemocracia, el
trotskismo, y las mismas fuerzas burguesas.
La unidad con los sectores que han roto con Syriza no parece un
camino en esta situación. Desde esos sectores lo que se está manifestando es
una reafirmación del discurso de Syriza de antes de las elecciones de enero. El
discurso que llevó al engaño del tercer memorándum. No se ha corregido la
posición de fondo.
Hay que insistir en que lo determinante en la situación actual
en Grecia es el fortalecimiento de la unidad combativa de la clase obrera, y la
organización de Comités Populares. Esos pasos son imprescindibles para ir
estructurando las bases para el contraataque, y para la lucha por el poder
obrero y el socialismo. Ese es el papel fundamental del KKE, en el que en las
condiciones actuales irá avanzando sus posiciones.
Entrevista realizada por insurgente.org