Desde el 1 de diciembre la
Oficina de Turismo vuelve a estar cerrada, a pesar de que tenía una partida de
30.000 € en los presupuestos generales de 2018, para tenerla abierta a través
de servicios externos, en fechas tan clave como éstas que se aproximan, nos
encontramos con un servicio menos que se presta al público.
Esto se debe, a que el
equipo de gobierno del PSOE ha desviado los fondos destinados a cubrir esa
necesidad, hoy en día primordial, si realmente queremos dar un impulso al
desarrollo turístico de nuestra localidad, para pagar facturas de Semavin 2017
y 2018. Este acto pone de nuevo en evidencia lo poca importancia que este
ayuntamiento le da al sector turismo en Aguilar.
Ahora solo nos queda esperar
a ver cuánto tiempo permanecerá cerrada
esta Oficina, y cuanto tiempo estará nuestra población sin contar con este
servicio que a estas alturas debería estar más que consolidado, como ocurre en
la mayoría de las ciudades de nuestro entorno más cercano, donde las Oficinas
de Información Turística funcionan con total regularidad y normalidad.
Pero
claro, este ayuntamiento carece precisamente de eso, de regularidad y de
normalidad. Malos tiempos para la Cultura, el Patrimonio y el Turismo, falta de
sensibilidad en un gobierno capitaneado por una alcaldesa con estudios en
Bellas Artes, la incongruencia llevada a su máxima expresión.