“Este libro tiene el objetivo de provocar la movilización”
José Antonio Egido, español afincado en los últimos años en
Venezuela, es sociólogo, investigador, analista político y, con la reciente
publicación de su libro “Siria es el centro del mundo”, él se autodefine como
militante antiimperialista. Para presentar este libro en distintas localidades
del estado español, ha concedido una entrevista a UyL.
Unidad y Lucha (UyL). ¿Cuál es realmente la importancia de la
guerra en Siria?
José Antonio Egido (JAE). Donde se va a ver si
el imperialismo termina por imponerse o no es en Siria. Desde la caída de la
URSS, el imperialismo ha hecho prácticamente lo que ha querido. Empezó con la invasión
de Panamá, con el visto bueno de Gorbachov, después la destrucción de Iraq,
posteriormente la guerra criminal desatada contra la República Federativa de
Yugoslavia, que ha hecho de los Balcanes una neocolonia de la OTAN, de los
EE.UU. y de Alemania. Revolución Libia destrozada. Le dieron la puntilla a Iraq
que había sido el país más próspero del mundo árabe. Destruyeron Afganistán,
después de haber organizado los gringos a los terroristas islamo-fascistas para
acabar con el gobierno comunista de Mohammad Najibulà que fue colgado de un
árbol por defender el progreso y la democracia de Afganistán.
Donde no pueden imponer su voluntad es en Siria, que desde hace
5 años está resistiendo una guerra terrible, primero porque su pueblo resiste
unido, y también por la unidad de todos los partidos del Frente Patriótico
Nacional que están en el gobierno, incluidos los comunistas, que continúan su
colaboración desde 1970 cuando se firmaron los acuerdos de la URSS con Siria.
Una guerra que está librando el pueblo sirio y el Ejército Árabe Sirio contra
todo el armamento de la OTAN, los mercenarios reclutados, las financiaciones de
países como Qatar y Arabia Saudí, los asesores militares de los países
imperialista, y las bases logísticas de la Turquía de la OTAN. Siria es la
última resistencia para que el imperialismo no avance hacia Rusia, Irán y hasta
incluso la República Democrática Popular de Corea.
UyL. En tu libro planteas en los primeros capítulos la
importancia estratégica que ha tenido Siria a lo largo de la Historia de la
Humanidad, ¿este es otro aspecto a destacar?
JAE. El
imperialismo tiene también una característica racista. Para ellos, el eje del
mundo siguen siendo los países occidentales, y, por tanto, sienten un enorme
desprecio por las culturas milenarias. Siria, precisamente, es el centro donde
aparecieron las primeras civilizaciones y desde donde se expandieron a otras
zonas; sin ir más lejos, Cádiz fue fundada por sirios; Siria es Palestina, y
también Líbano, y también Antioquía.
A partir de Siria se han intentado gestar ejes que el
imperialismo no puede tolerar. El primer eje atacado fue el que se intentó con
el Egipto de Nasser, que todo el mundo sabe cómo fracasó. También se pretende
eliminar el eje Sira- Irán y el ya mencionado Siria-Rusia que es continuación
del que se firmó con la URSS, ahora, bien es cierto con un marco capitalista.
Pero el intento de atacar a Siria tiene razones, estratégicas, políticas y
económicas. Había un proyecto para unir los tres mares a través de un gasoducto
que concluiría en las costas sirias, y que debilitaría al imperialismo yanki
porque no sería gestionado directamente por ellos. Y el problema estratégico es
la hegemonía en la zona euroasíatica que ya planteó Zbigniew Brzezinski en su
famoso libro “El tablero del mundo”.
UyL. El papel de Rusia en la guerra de Siria ya lo has dejado
reflejado, pero, ¿cómo está interviniendo China en esta guerra?.
JAE. Hay un
antecedente que ocurrió en la guerra contra Yugoslavia cuando la OTAN bombardeó
la embajada china en Belgrado, que fue leído por las dos potencias, los EE.UU.
advirtiendo que iban a hacer lo que se les antojara, y que, por tanto, China no
debía inmiscuirse en el desarrollo de la guerra. El ejército chino tomó nota y
continuó con su desarrollo armamentista. Ese incidente ahora ya no creo que
vuelva a ocurrir. El último error chino fue su posición en el bombardeo a
Libia. Ahora China está interviniendo de dos maneras, ambas discretas pero
efectivas. Por una parte, desde 2011 continúa haciendo uso de su derecho al veto
en el Consejo de Seguridad de la ONU. Por otra parte, ante las dificultades
económicas de la producción en Siria, se está ocupando de abastecer con
alimentos a la población siria. Tengo conocimiento a través de contactos que no
hay desabastecimiento para la población siria en las zonas controladas por el
gobierno y el Ejército Árabe Sirio, no hay ni tan siquiera colas para la
obtención de alimentos.
UyL. Tu libro, que prácticamente actualiza la situación de los
frentes en la guerra, no ha podido analizar la repercusión del intento de golpe
de estado en Turquía, ¿crees que puede haber alguna alteración en la
correlación de fuerzas por los encuentros posteriores entre Erdogan y Putin?.
JAE. Turquía también trata de jugar su papel
en esta guerra. Erdogan es un político terriblemente reaccionario que ha
establecido alianza con los Hermanos Musulmanes que, a su vez, son marionetas
de los servicios secretos americanos, británicos y franceses. El golpe de
estado se generó por la enemistad entre Erdogan y el clérigo Fethullah Gulem
afincado en los EE.UU., que puede haber apoyado la intentona. Pero Erdogan es
un tipo peligroso y criminal del que no hay que fiarse, según me cuentan mis
fuentes turcas y kurdas. Ahora bien, a Rusia le interesa una Turquía estable,
incluso reafirmando su solidaridad con Siria, que frene el movimiento de armas
que van a parar a los terroristas del DAESH, y por eso juega con esa carta. A
su vez, Erdogan trata de evitar que los kurdos puedan ocupar un territorio para
reivindicar un estado propio, y por ello, busca el acuerdo con los rusos para
contener esta posibilidad. Los kurdos, por su parte, ahora están jugando la
baza americana, y eso contraría los intereses turcos. Es una situación muy
compleja. Pero hay que decir una cosa importante, los kurdos tienen todos los
derechos, como el resto de los pueblos, menos el de la traición, y traición es
aliarse con el imperialismo.
UyL. Finalmente, ¿Cómo ves el desenlace de la guerra o los
posibles acuerdos de paz?.
JAE. Difíciles.
El avance de los frentes por parte del Ejército Arabe Sirio es muy notable en
los últimos meses. El ejemplo es Alepo. Esta situación militar está poniendo
muy nerviosos a los imperialistas de EEUU, Inglaterra, Francia y la OTAN en
general. Estamos asistiendo a lo que Lenin ya caracterizó como la fase más
reaccionaria del capitalismo, que es el imperialismo, la fase final, la del
dominio de los monopolios. Para entender bien la guerra de Siria hay que leer a
Lenin en su famosa obra “El imperialismo, fase final del capitalismo” y
determinar que, el antiimperialismo es una cuestión básica, no sólo de los
comunistas, sino también de la humanidad. Es la hora, pues, de la solidaridad
antiimperialista.