El 24
de octubre las y los trabajadores de los centros de enseñanza y los estudiantes
vamos a la Huelga. Sobran motivos. La precarización y despido de una buena
parte del profesorado (fundamentalmente interinos), la privatización de
servicios públicos, la reducción de derechos laborales y bajada salarial
continuada (directa o mediante congelaciones), la desregulación de nuestros
derechos, la jerarquización y la puerta que abre la LOMCE a convertir a los
directores en seleccionadores y gestores de personal, la inestabilidad, el
desprestigio de los trabajadores públicos, la aplicación de criterios de
rentabilidad y productividad a nuestro trabajo, castigan duramente a un sector
en el que, muchos compañeros que aún ayer se percibían a sí mismos como clase
media o como un cuerpo aparte del resto de asalariad@s hoy ven con claridad que
el único camino es el de la movilización y la lucha sostenida como la que
desarrolla nuestra clase en otros sectores de la producción y en nuestro propio
sector, en países como Grecia, Brasil, Chile u Honduras.El pulso ejemplar
mantenido recientemente por los estudiantes y trabajadores de la docencia en
Baleares es un ejemplo de ello.
En la
actual crisis estructural del capitalismo, la oligarquía lo tiene claro; la
enseñanza debe adecuarse a la infraestructura socioeconómica, la educación es
susceptible de convertirse en mercancía y debe formar la mano de obra barata
que necesita el capitalismo. El endurecimiento antiobrero en materia de tasas,
becas, ayudas a libros y comedor; y la elitización en marcha, suponen que sólo
los hijos de la burguesía podrán alcanzar la educación de calidad y serán los
hijos de la clase obrera la mano de obra barata. El capitalismo lleva
trabajando años (desde finales de los 80) por abrir una nueva fase con unas
características concretas para la educación; el fin de la educación pública
para las capas populares.
Desde
la LGE de 1970, pasando por la LOGSE, la LOE y la actual LOMCE, la educación ha
estado al servicio de las necesidades del capital y sólo cuando la lucha obrera
y popular ha crecido se ha conseguido arrebatar puntuales derechos educativos y
laborales para el pueblo. La lucha es estéril si obviamos estos hechos
objetivos y pensamos que la LOMCE es una ley del PP y que cuando gobierne la
socialdemocracia echará atrás las reformas privatizadoras y elitistas y
devolverá por arte de magia los derechos al alumnado y trabajadores de la
enseñanza. De nada sirven las movilizaciones si la lucha es dirigida por los
intereses de la socialdemocracia y pensamos que en el marco del capitalismo el
alumnado popular podrá desarrollar la totalidad de sus capacidades educativas.
La LOMCE introduce todavía más criterios empresariales y el alumnado con
necesidades específicas, será marginado del sistema.
El
profesorado ha sido desde hace décadas un sector de la clase obrera con una
alta conciencia de la situación de explotación que vive nuestro pueblo y
siempre se ha situado al frente de la lucha contra la explotación. Docentes que
hacían suyas las reivindicaciones de la clase obrera; desde las misiones
pedagógicas o las milicias de la cultura durante la II República y la Guerra
Nacional Revolucionaria, pasando por la solidaridad y lucha clandestina contra
la dictadura franquista en los barrios obreros hasta la reivindicación de una
educación pública.
Desde
el PCPE creemos que la convocatoria de Huelga General Educativa el próximo 24
de octubre, tiene muchísimas carencias desde la base, por parte de los
organizadores y que no se sitúa a la altura de las necesidades de una educación
para las capas populares pero los debates en torno a no hacer huelga y al
ciudadanismo, tampoco se sitúan a la altura de lo que necesitamos. Sólo
sentando las bases organizativas e ideológicas para superar este tipo de
convocatorias el profesorado será capaz de dar al alumnado el sistema educativo
que necesitan. Para ello hay que superar la estrechez de miras y los objetivos
de corto alcance para poder arrastrar a la clase obrera en un objetivo realista
y ambicioso; la educación pública al servicio del Pueblo Trabajador, sólo
posible en el marco del Socialismo. Cuestionarse las bases materiales en las
que se sustenta este sistema es un deber para/con los hijos de la clase obrera,
en definitiva el alumnado de la educación pública.
Si el
profesorado asume el análisis de clase, como ya hizo en otras épocas, alzando
la bandera roja de la clase obrera y da un paso al frente en el sentido
organizativo, creando por ejemplo asambleas unitarias y clasistas formadas por
trabajadores/as de la enseñanza, alumnado, PAS y AMPAS, estaremos sentando las
bases para abarcar la lucha por la educación pública en su más amplio sentido.
Dando un paso al frente en la unidad de luchas sectoriales y formando Comités
para la Unidad Obrera. Debemos superar la división entre trabajadores/as, la
traición sindical y las movilizaciones de pose y avanzar con decisión hacia una
movilización dirigida por la clase obrera y sostenida en el tiempo. El próximo
24 de octubre tenemos una nueva oportunidad para demostrar nuestra fuerza como
clase a la oligarquía y a sus aliados.
La
LOMCE es la ley educativa al servicio del capital, organicémonos contra la ley
de la burguesía.
Trabajador/a
de la enseñanza, defiende los intereses del Pueblo Trabajador, no los de los
explotadores.
Por la
educación pública al servicio del Pueblo Trabajador.
¡Trabajadores/as de la enseñanza!
¡Junto a los intereses del Pueblo Trabajador!
¡Sin lucha y organización no tendremos educación!