En el
año en el que se han cumplido los 100 años de la muerte en Málaga, del abogado
republicano Gerónimo Palma Reyes, uno de los personajes políticos más
notable e importante de Aguilar de la Frontera desde su comienzos políticos
como candidato federal en el mes de agosto del año 1872, hasta se muerte en el
año 1913, justo y necesario es dejar constancia documental del reconocimiento
a su persona, a su labor y trayectoria pública, a su dedicación social y
humana a través de estas páginas en las que en diferentes artículos
intentaremos acercar al lector al conocimiento de su persona. Para este
menester, he elegido para el primer capítulo sacar del anonimato y dar a
conocer el atentado contra su vida que se produjo en Aguilar de la Frontera, en
el año 1903 y que a punto estuvo de costarle la vida.
La mañana del día 20 de febrero del año 1903, Jerónimo Palma, paseaba tomando
el sol tranquilamente por el paseo de las Coronadas, en compañía de su buen
amigo, el dentista de la población vecina de Lucena, el señor Nicolás Hurtado,
cuando de improvisto fue abordado por un hombre apodado “el pollo Carmona”,
vecino de Aguilar de la Frontera, quien portando un cuchillo de grandes
dimensiones y gritando con fuerte tono de voz ¡voy
a matar a un republicano¡ se
acercó peligrosamente a Jerónimo Palma, con intención más que manifiesta de
asestarle una cuchillada y matarlo.
Cuando ya, muy próximo a él, lo tuvo a su alcance, al levantar el brazo, para
asestarle la mortal cuchillada, pudo el dentista, señor Hurtado interponerse entre
el presunto asesino y su buen amigo Jerónimo Palma, para evitar el crimen.
Mitad, sorprendido, mitad perplejo por la escena que contemplaba, pero
con un valor precoz y resolutivo, saco de su chaqueta un revólver con el que
amenazó al “pollo Carmona”.
Este al verse encañonado y ver la capacidad de reacción por otro tanto
inesperada, de momento se acobardó y desistió de su empeño arrojando el
cuchillo que portaba al suelo, por lo que inmediatamente fue reducido por el
señor Hurtado y los guardias municipales que fueron alertados por algunos
vecinos que contemplaron el atentado. Reducido, fue esposado y trasladado de
inmediato a la cárcel municipal.
Solo algunos días después de este triste suceso,, el día 27 de febrero,
Jerónimo Palma, asistía en la localidad vecina de Montilla a un mitin
federal, como figura clave del mismo, donde fue felicitado por numerosos
seguidos por haber tenido la suerte de salir ileso del atentado contra su
persona.
Números electores del distrito de Montilla, acudieron al mitin, donde tomaron
la palabra y pronunciaron elocuentes discursos Luis Aparicio, Luis Valenzuela y
también como último orador el popular ex diputado y candidato por el distrito
Jerónimo Palma Reyes.
Las investigaciones policiales para esclarecer los hechos concluyeron que el
atentado fue fruto de la pasión política muy excitada por la reñida campaña
electoral en la que se encontraban inmersos los candidatos y muy posiblemente
el matón enviado a asesinarle lo fue por algún cacique rival a esta formación
política, quien tenía al “pollo Carmona” a su servicio.
Autor: Rafael Espino Navarro