“Tú, que
eres el que más trabajas, ¿no eres acaso el que más sufres? ¿Qué haría sin ti
esa turba de nobles, de propietarios, de parásitos que insultan de continuo tu
miseria con sus espléndidos trenes, sus ruidosos festines y sus opíparos
banquetes? Ellos son, sin embargo, los que gozan de los beneficios de tu
trabajo, ellos los que te miran con desprecio, ellos los que, salvo cuando les
inspiran venganzas y odios personales, se muestran siempre dispuestos a
remachar los hierros que te oprimen. Para ellos son todos los derechos, para ti
todos los deberes; para ellos los honores, para ti las cargas…”
Francisco
Pi y Margall (1854)