Mientras que en Europa intentan aumentar la edad de la jubilación y de las pensiones; en Bolivia, utilizando correctamente los instrumentos que la nacionalización de sus recursos le abrieron al Estado,
“Evo Morales, apoyado por su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), presentó un proyecto de Ley de Pensiones que reduce de 65 para 58 años la edad de la jubilación para los hombres, y de 62 para 58 y 56 años, para las mujeres.
“Este cambio era necesario. Nuestro pueblo fue durante años agraviado. El tipo de trabajo que la mayoría de la población realiza es muy pesado. La disminución de la edad de la jubilación para los mineros debe ser mayor, para los 56 años, y para los que van para el fondo de las minas debe disminuir para los 51 años”, afirmó Evo, señalando que las AFP, entidades de previdencia privadas, pasarán a manos del Estado.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, resaltó que el proyecto rompe con el proceso neoliberal que engendró la ley vigente desde 1996. García Linera recordó que esa ley exime de aportes a los empresarios.
“En nuestra Ley de Pensiones el Estado contribuye, contribuye el trabajador y contribuye la patronal. Gran cambio, substancial cambio y es universal para todos los trabajadores”, afirmó.
El nuevo sistema, abolirá las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que ahora son dirigidas por el grupo suizo Zurich y el español BBV.