- No deja de resultar paradójico que en un país donde se viola diariamente el derecho al trabajo de más cuatro millones de personas y el derecho a unas condiciones laborales dignas de muchos millones más, hayan sido detenidos y maltratados por la policía cuatro compañeros por su participación en una jornada de lucha por los derechos de la clase trabajadora. Ahora son acusados y criminalizados por quienes se erigen, de la noche a la mañana, en garantes de ese “sacrosanto derecho a trabajar”que vulneran en todo momento.
- No hemos visto que se haya actuado contra ninguno de los miles de empresarios que en este país han imposibilitado el ejercicio del derecho de huelga de sus trabajadores y trabajadoras con todo tipo de fórmulas, amenazas de despido incluidas.
- Está claro a quién protegía la policía en la jornada del 29 S y contra quién actúa la justicia. Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y el sistema judicial evidencian así, una vez más, su carácter de clase y dejan ver de qué lado están: se reprime a trabajadores en lucha y se defiende al capital. La fórmula “perros guardianes del capital” sigue hoy más vigente que nunca para describirlos.
- Durante semanas, se hizo un despliegue de basura mediática sin precedentes y todos los aparatos de propaganda del sistema prepararon las justificaciones para la represión. Los resultados son más que evidentes y en nuestra ciudad los compañeros detenidos se han llevado la peor parte.
- Pero la represión nunca ha servido para frenar la lucha. Antes bien, ha servido y servirá para alimentar la rabia de quienes tenemos el convencimiento de que, más pronto que tarde, este sistema capitalista criminal ha de ser destruido y, con él, todos los mecanismos de negación de nuestros derechos y libertades.
- Por todo ello, exigimos la paralización de los procesos en marcha y la puesta en libertad sin cargos de todos los compañeros detenidos y enjuiciados.
¡QUE VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!
¡AHORA Y SIEMPRE, VENCEREMOS!
