Si por
ganas fuera, más de la mitad de concejales del grupo municipal del PSOE ya hubieran
dimitido también, nos consta. El PSOE de Aguilar, ese gigante montado sobre la
base del clientelismo político, los favores, los enchufes y también las prevendas
se desmorona como un castillo de naipes.
Con mayoría absoluta y
gobernando en todas las administraciones, no ha aportado nada bueno a la ciudad
de Aguilar, aunque si a los miembros del PSOE. El PSOE existe para sí mismo y
se retroalimenta con nuevas caras que siguen haciendo lo mismo para que el
gigante siga en pie.
Pero ya no se aguanta más,
su grado de putrefacción es tan grande que ya tiene muy difícil seguir engañando
a los aguilarenses. Y no, no dimiten por motivos personales, dimiten porque no
se aguantan entre sí, por sus egos, por sus prepotencias, por sus sueldos.
Y mientras tanto los
aguilarenses seguimos cada vez con un futuro más incierto, ¿Dónde está el empleo?
¿Dónde los servicios municipales de calidad? ¿Dónde las infraestructuras?
¿Dónde están las soluciones a los problemas de los aguilarenses y de Aguilar?
Vendrán de nuevo a vendernos sus mentiras para
así seguir con su cuento. Pero aquí hay un pueblo que no olvida ni la gestión
ni la traición a su voto. No necesitamos gigantes y mucho menos con pies de barro,
necesitamos nuevas políticas con personas honradas y dignas que sean capaces de
anteponer los intereses generales a los particulares, y de eso el PSOE de
Aguilar ha demostrado no tener ni idea.