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UPOA 8 DE MARZO 2019

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8 de mayo de 2017

CARMELO SUÁREZ (PCPE) ANTE LA DIVISIÓN INTERNA: “NUNCA SE HA VISTO EN EL COMUNISMO ESPAÑOL UNA ACTUACIÓN TAN SUCIA Y MEZQUINA, UNA TRAICIÓN TAN MISERABLE”

Los pasados 22 y 23 de abril el PCPE vivió uno de sus momentos más traumáticos desde su fundación en 1984. Un grupo de 13 personas, miembros de su Comité Central, se separaron de la dirección y con Astor García (responsable de Internacional hasta ese momento) como secretario general se reclaman ahora la nueva dirección del PCPE. El que fuera elegido en el último Congreso como secretario general, Carmelo Suárez,  responde a insurgente.org dando su punto de vista sobre lo ocurrido.

¿Qué ha ocurrido en el PCPE en las últimas semanas?

Expresándolo de una forma resumida, en el PCPE ha estallado una fracción que se estaba fraguando desde hace varios años.
El Partido ha pasado por un largo período en el que, salvo problemas y conflictos de dimensión limitada, la unidad interna del proyecto ha sido una de sus mayores fortalezas. Prácticamente desde el año 1989, cuando Ignacio Gallego organizó la fracción que hizo el simulacro de Congreso de Unidad con el PCE de Anguita, en el PCPE hemos conseguido trabajar sin grandes dificultades internas. Incluso la sustitución de Juan Ramos, y la celebración del VII Congreso (extraordinario) se desarrolló por los cauces normales dentro del debate partidario. Ese es un balance excepcional en la historia del comunismo español.


La fracción, que se hace pública el fin de semana del 22-23 de abril, responde a una situación que llevaba gestándose dentro del PCPE al menos tres años. Y que no supimos impedir; estuvimos confiados y cometimos errores al subestimar la irresponsabilidad de este grupo y su falta de ética.
El Secretariado Político del Partido convocó el V Pleno para el 22-23 de abril, en el que el asunto principal a tratar era la cuestión de la fracción y sus actuaciones contrarias a la organicidad del Partido, al centralismo democrático, y a la misma lealtad al proyecto del PCPE.

Ese grupo había decidido romper con el Partido de una forma definitiva antes de esa fecha. La página web con la que tratan de usurpar nuestra personalidad como Partido, la registraron un mes antes del V Pleno, cuando realizaron un ataque a nuestras páginas y , para tratar de hacerse con el control de las mismas. Pretendían anunciar, desde los medios oficiales del PCPE, el golpe contra la Dirección del Partido, con lo cual el efecto de engaño habría tenido una potencialidad mayor.

En el desarrollo de la  gestación de esta fracción, una característica que dificultó en buena medida una solución superadora dentro de la unidad del Partido, fue su negativa al debate claro y directo de sus diferencias políticas con el proyecto del PCPE. Con esa negativa al debate el camino al que recurrieron fue a la conspiración y a la quiebra de la democracia interna partidaria. Un camino suicida. El PCPE es una organización curtida en la lucha revolucionaria, que representa unos valores superadores de la vieja traición cainita de cierta izquierda, y esas vías no tienen cabida entre nosotros.

Es su desesperación, ante esta fortaleza del PCPE, la que les lleva a esta maniobra sin ningún sentido, y marcada por una ausencia total de ética revolucionaria. Creo que nunca se ha visto en el comunismo español una actuación tan sucia y mezquina, una traición tan miserable. Quiénes han protagonizado estos actos, si alguna vez pasan a la historia del comunismo en este país, será precisamente por esa actuación tan contrarrevolucionaria y tan ajena a los principios revolucionarios, y no por nada bueno a favor de la clase obrera.

¿Cómo se digiere que haya dos direcciones, dos webs….?

Eso no se digiere. Eso es un disparate que supera cualquier pensamiento lógico.

No cabe en la cabeza de nadie que trece de los cuarenta y un miembros del Comité Central (10 del Partido, y 3 de los CJC), hagan un simulacro de reunión regular de ese órgano, y que, como parte de esa simulación, elijan un nuevo Secretario General del PCPE.

Eso nos llevó, al conocer esa información el día 23 cuando todavía estaba reunido el Comité Central, a realizar una foto de los miembros que estaban en la reunión al finalizar el V Pleno. Se nos ocurrió como una forma gráfica de poner de manifiesto la disparatada maniobra falsaria.

Esto parece que nos puede enfrentar a una batalla, dentro de la legalidad burguesa, para conseguir desautorizar esa usurpación que están haciendo. Entiendo que la fracción cuenta con que el tiempo de resolución de la cuestión en ese ámbito judicial les otorgue un plazo para conseguir un acomodo en un cierto espacio político a través del engaño. Eso no tiene nada que ver con una posición revolucionaria, enredar en los tribunales burgueses para tratar de conseguir objetivos políticos es una maniobra ajena a al proyecto que defendemos, a nuestros principios y a nuestra ética.

Pero esa batalla judicial que se pudiera dar, en ningún caso impedirá que el proyecto del PCPE se siga desarrollando en la práctica. La batalla que damos no es una batalla en el espacio cibernético, aunque algunos así lo crean. La batalla se da en la lucha de clases, y en el seno de la clase obrera. Y en ese terreno las organizaciones del Partido tienen una capacidad incuestionable.

¿Por qué surge este grupo que encabeza Astor García?

En estos últimos tiempos, en los que hemos estado peleando para que no se materializara la fracción, hemos insistido mucho en la relación entre ética revolucionaria y conciencia de clase. La ética revolucionaria se construye colectivamente en el seno del Partido como consecuencia de la intervención práctica de su militancia en la lucha de clases y del alto grado de conciencia de clase de la misma.

Para, de ahí, concluir que, cuando no existe ética revolucionaria, lo que se pone de manifiesto es la ausencia de conciencia de clase.
Esta fracción ha actuado, y sigue actuando, con una total falta de ética revolucionaria (por ejemplo simular una reunión del Comité Central del PCPE), y ello lo que pone de manifiesto es la ausencia de conciencia de clase de sus miembros.

Cuando en el debate del Comité Central nos preguntábamos por la base material de esta fracción, algún miembro del CC valoró el cómo en el escenario de la crisis capitalista, larga y dura, una parte de la pequeña y mediana burguesía se radicaliza por el fracaso de su vida personal a que les lleva el sistema capitalista, e idealiza la lucha en el Partido Comunista, con su aureola de historia gloriosa, y se incorporan a las filas del PC. Pero esas fracciones burguesas no quieren demoler el sistema, tan solo quieren colocarse en él con mayores ventajas (son rebeldes, no revolucionarios). Cuando la lucha del Partido no avanza con el ritmo que exigen sus apetencias e intereses personales, entran en desesperación, concluyen que la política del Partido es errónea y que ellos serían capaces de lograr mayores éxitos en el corto plazo tirando por otros atajos. Lenin escribió también sobre estas infiltraciones de la burguesía en el seno de la clase obrera, y tuvo que dar batallas similares a esta.

Este problema de composición de clase ha sido especialmente significativo con los CJC. Donde en su Dirección Central se nos colaron hijos e hijas de la burguesía acomodada, que fueron la cabeza de ariete de la operación de la fracción contra el Partido.

En el proceso histórico es el caso de Moral Santín. Algunos de los miembros de la fracción tienen su futuro en esa misma dirección.

¿Qué diferencias ideológicas o estratégicas hay para que no se puedan dirimir en los órganos internos?

Hay dos cuestiones: una hace referencia a la cultura comunista, al cómo se debate en un Partido Comunista, y otra hace referencia a posiciones políticas e ideológicas que dan soporte a la fracción.

En el primer caso hay que decir que la Dirección del PCPE apostó por hacer un buen debate en su X Congreso, hace menos de un año, y que ese debate resolviera las cuestiones que planteaba el grupo fraccional. El X Congreso ratificó la línea histórica del proyecto del Partido iniciado en 1984, rechazó las posiciones políticas que defendieron los miembros de la fracción. Fue un Congreso en el que se debatieron todas las enmiendas presentadas a las Tesis, a nadie se le impidió explicar su posición.

El X Congreso aprobó unas Tesis, con amplio acuerdo, y un nuevo Comité Central.

El problema es que a continuación los miembros de la fracción no aceptaron lo aprobado en el Congreso, y empezaron sus maniobras para llegar a lo que se ha expresado estos días.

Las posiciones ideológicas que marcan a la fracción tienen que ver con diversos aspectos de la lucha de clases. En el marco internacional la negación de una política de alianzas en la lucha antiimperialista, que siempre hemos concretado en nuestra propuesta de Frente Mundial Antiimperialista. Y en el Estado Español no asumen la cuestión del Estado plurinacional y el derecho de autodeterminación; no comparten nuestra línea de unidad del movimiento obrero en los Comités para la Unidad Obrera, CUO; no comparten la línea de trabajo de masas que definió el Congreso, que es una elaboración muy avanzada de nuestras Tesis; tampoco aceptan nuestras elaboraciones de la lucha por la liberación de la mujer; y tampoco el carácter socialista de nuestras alianzas en España, en la propuesta de Frente Obrero y Popular por el Socialismo.

Son unas posiciones que beben mucho de la tradición del PCE. Por ello una de las dudas en esta situación es si detrás de todo lo que hace la fracción hoy está una estrategia de unidad con “el sector leninista del PCE”, con quienes mantienen buenas relaciones.

Otra cuestión también, es el apoyo que el KKE ha dado al nacimiento de esta fracción.

En el Movimiento Comunista Internacional hay quienes quieren romper las débiles estructuras de unidad que se han articulado en estos últimos años, y, cómo el PCPE se niega a participar en ningún proceso de ruptura, se ha llegado a la disparatada actuación de dar apoyo y reconocimiento a esta fracción. El KKE comete un grave error, y no hará falta mucho tiempo para que entienda su tremenda equivocación.

Afortunadamente esta actuación del KKE está provocando un tremendo rechazo en los Partidos Comunistas, que mantienen su lealtad al PCPE.
Si no fuera por el apoyo internacional que se le ha facilitado, la fracción no habría tomado la decisión de romper. En estos días se confirma que ello constituye un factor fundamental para darles vida, y unos ciertos fuegos artificiales iniciales. En la práctica de la lucha política real su enorme debilidad quedará en evidencia en las próximas semanas.

La legalidad y la legitimidad del PCPE está en su X Congreso, por eso la fracción hace bandera de ese X Congreso, cuando en realidad ni acepta las Tesis aprobadas, ni acepta al Comité Central elegido. A modo de comparación histórica, recordar que Franco cuando da el golpe de estado, lo hace diciendo que su objetivo es el de defender la república. Es la lógica falsaria de los golpistas.

¿Por qué la CJC suspendieron relaciones con el PCPE?

La fracción utilizó a los CJC como la cabeza de ariete de su operación.

A la vista de su incapacidad para ganar una mayoría en el PCPE, se dedicaron a conspirar con los CJC.

Empezaron en Cataluña, con una línea de confrontación continuada con el PCPC. Cuestionando el protocolo que el PCPE tiene con la organización en Cataluña, lo que era una expresión de la negación de la cuestión del Estado plurinacional.

Eso, unido al factor de clase que señalé antes, llevó a los CJC a una deriva podemita, que se alejaba por días del proyecto revolucionario del PCPE.

Ahora estamos trabajando en la recuperación de los CJC, a partir de quienes no participaron en la estrategia de ruptura y se mantuvieron leales al Partido.

Tenemos una buena base para empezar, para tener una organización juvenil que sí se corresponda con el proyecto del PCPE. La base de partida es la mejor, pues quienes se quedaron ya pasaron, y con nota, la prueba del intento liquidador.

¿Qué consecuencias tiene esta crisis interna entre los comunistas que están dentro y fuera del PCPE?

Toda fracción en un Partido Comunista es una traición contra la clase obrera, porque daña a la herramienta principal de la que dispone para avanzar hacia su emancipación. Tendremos daños, sin duda, pero no tan importantes como algunos pretenden. Y de este aprendizaje tendremos que salir con una organización más fuerte y más unida.

También hay que decir que desde fuera del Partido nos llegan apoyos de quienes no están en la organización y se indignan ante este espectáculo que se ha organizado, y ante el carácter liquidador de la maniobra.
Iniciamos ahora un nuevo censo del Partido que se cerrará el 30 de junio, e iremos a una Conferencia Estatal de Organización antes de fin de año, que cerrará esta crisis.

Las fracciones al principio son muy llamativas, especialmente en el espacio cibernético, pero su recorrido suele ser muy corto en el tiempo. El PCPE lleva casi treinta y cinco años en su proceso de lucha y construcción. No se puede pretender que ahora un grupito, que sabe muy poco de la lucha revolucionaria, y que tiene menos disciplina militante, vaya a hacer una gran organización de la noche a la mañana.

En unos meses quedará claro que el PCPE sigue desarrollando su proyecto con firmeza, y que las posiciones más reformistas y contrarrevolucionarias irán marcando los movimientos de la fracción.

Tendremos que hacer un intenso trabajo para explicar todo esto a la clase obrera. Pero nuestra militancia está bien curtida en estas tareas.

También haremos un importante trabajo en la unidad del Movimiento Comunista Internacional, que se concretará en el XIX Encuentro a celebrar en Moscú, antes de fin de año. Algunas de las cosas que estamos planteando ahora, y que quizás no sean fáciles de comprender, se confirmarán entonces.