Los siete sindicatos y organizaciones de estudiantes que se
oponen a la reforma laboral del gobierno francés lanzaron hoy un llamado para
intensificar una ola de paros y protestas que ya provoca desabastecimiento de
combustible y que amenaza también el suministro eléctrico de millones de
ciudadanos.
Con escasez de combustible en
el 20% de las estaciones de servicio del país y con las 19 centrales nucleares
en huelga, el presidente francés, Francois Hollande, reafirmó hoy sin embargo
su voluntad de sacar adelante la reforma laboral en este país y defendió
mantener “la filosofía” del polémico proyecto.
La
reforma contemplaba la primacía de la negociación directa entre empresario y
trabajador, por encima del código de trabajo y los convenios colectivos;
establece un techo en las indemnizaciones por despido improcedente y establece
las condiciones que justificarían el despido económico.
El
texto va en la línea de las reformas que la Unión Europea (UE) exige a Francia,
y tanto el primer ministro, Manuel Valls, como Emmanuel Macron, ministro de
Economía, afirman que otorga flexibilidad a las empresas, que es beneficiosa
para los más jóvenes y da más garantías a los trabajadores.
Sindicatos
y estudiantes, por el contrario, dicen que es una ley puramente neoliberal que
busca debilitar a los trabajadores y hacer más fácil y más barato despedir a
empleados, además de suponer un retroceso a la situación laboral del siglo XIX,
agravado por el hecho de que es impulsada por un gobierno socialista.
Hoy,
tras más de dos meses de manifestaciones y paros, muchos de los cuales
derivaron en violencia, los opositores a la reforma laboral pidieron “continuar
y amplificar las movilizaciones”, en un comunicado conjunto emitido horas
después de las protestas registradas ayer en la octava jornada de huelga.
Las
manifestaciones se incrementaron este mes cuando el gobierno, percatado de que
no tenía el apoyo necesario para aprobar la medida, decidió recurrir a un
polémico artículo constitucional y adoptó la ley sin una votación en la
Asamblea Nacional, la Cámara baja del Parlamento.
Lideradas
por la Confederación General del Trabajo (CGT), las organizaciones opuestas al
proyecto explicaron que pretenden organizar “convergencias de luchas
interprofesionales (…) en los próximos días”, con vistas a la próxima jornada
de manifestaciones, el 14 de junio, cuando el Senado empieza a debatir el
proyecto.
También
dijeron que van a poner en marcha lo que llaman la “votación ciudadana” con la
que quieren dejar en evidencia que una mayoría de los franceses están en contra
de esa propuesta legislativa de la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri,
informó la agencia de noticias EFE.
Se quejaron de “la violencia” de las declaraciones del gobierno
de Valls, su “menosprecio con el movimiento social y su intransigencia por no
retirar” la reforma laboral, lo que “refuerza la determinación” de los que la
combaten.
Hoy, desde Japón, Hollande volvió a defender la reforma por segunda vez en dos semanas, pese al incremento de las protestas en Francia.
Hoy, desde Japón, Hollande volvió a defender la reforma por segunda vez en dos semanas, pese al incremento de las protestas en Francia.
“Mantengo
mi posición porque pienso que es una buena reforma y que debemos avanzar hacia
su adopción”, dijo en rueda de prensa el líder socialista al término de la
cumbre del G7 celebrada hoy en el parque natural de Ise-Shima, en el centro de
Japón, al ser preguntado sobre el tema.
Ante
las protestas, la prioridad del Elíseo es “hacer todo lo posible para
garantizar el suministro de combustible de los consumidores, garantizar los
servicios públicos esenciales y permitir el transporte de todos y el buen
funcionamiento de la economía”, añadió Hollande.
El
mandatario insistió en que aún existe la posibilidad de “discutir” con los
agentes sociales durante el proceso legislativo de la reforma.
El
secretario general de la CGT, Philippe Martínez, insistió ayer en su exigencia
de que el Ejecutivo retire el proyecto de ley para discutir de otras cosas, y
lo justificó porque el texto “no conviene al 70% de los franceses”.
En las
manifestaciones que se organizaron ayer por todo el país participaron 153.000
personas, según la policía, y 300.000 según la CGT. Son cifras superiores a las
de la precedente jornada de movilizaciones, pero netamente inferiores a las de
las primeras.
Valls
acusó de “irresponsabilidad” a la CGT por su actitud de multiplicar los
bloqueos en sectores estratégicos como el petrolero y la electricidad.
https://www.youtube.com/watch?v=tKSacp1bZKg