El capitalismo español desata toda su furia, contra la clase obrera y contra los sectores populares, en sus desesperados intentos para tratar de remontar la profunda crisis estructural en que se encuentra.
El pueblo trabajador está siendo despojado de sus derechos, se reducen los salarios, se aumentan los impuestos, y las relaciones laborales caminan hacia una esclavitud extrema. Aumentan las tarifas de los suministros básicos, de una manera especial la tarifa eléctrica, y también los precios de los alimentos. Las condiciones de vida del pueblo se deterioran por días, aumenta la pobreza y la exclusión social; el paro lleva a familias enteras a situaciones desesperadas, mientras la banca sigue robando las viviendas de quienes no pueden hacer frente a las cuotas de sus hipotecas (más de 300.000 viviendas), al tiempo que aumentan sus beneficios escandalosos. El sector oligárquico sigue obteniendo beneficios multimillonarios, sobre la base de su posición en la cadena imperialista, a través del expolio de las economías de otros países (Telefónica, Endesa, BBVA, Repsol, etc.).
La monarquía es parte fundamental de la superestructura necesaria para sostener este sistema explotador y violento que, además, ha hecho de su participación en la guerra imperialista un factor que favorece su participación en la explotación de la clase obrera mundial, como estrategia necesaria para su acumulación de capital.
La restauración monárquica fue parte fundamental de la estrategia de recomposición del capitalismo español a la salida de la dictadura franquista. Bajo este paraguas la oligarquía española consiguió articular los consensos sociales necesarios que le han permitido su instalación dentro de la cadena imperialista mundial. También bajo este paraguas se dejaron impunes todos los crímenes del franquismo y del post-franquismo.
Por todo ello la lucha por los derechos de la clase obrera, la lucha por el socialismo y por el comunismo, es lucha contra la monarquía cómplice de tantos asesinatos, y de tanto robo y explotación a la clase obrera.
En el escenario de la crisis capitalista española la monarquía es la institución que -pretendiendo situarse por encima de unos y de otros-, juega un papel determinante para intervenir como recurso último y legitimador cuando otros mecanismos de represión y contención se muestran insuficientes.
Así la lucha por el socialismo y el comunismo es lucha contra la monarquía, como parte sustancial de la estructura superior de la dominación capitalista. La lucha por la república es también lucha por la justicia histórica; ante los crímenes que el capitalismo español realizó -para recomponer su dominación hegemónica-, en una etapa en la que el ascenso de la lucha obrera y popular por la emancipación lo puso contra las cuerdas. Pero la lucha por la república es también lucha por el socialismo, para que la forma republicana no se convierta en una estrategia de las clases dominantes para tratar de contener el avance del pueblo trabajador hacia su emancipación.
El PCPE llama a constituir un amplio bloque de unidad popular por la república y por el socialismo, que es la respuesta que hay que dar al capitalismo español en este momento histórico, para agrupar todas las fuerzas que impulsarán en este país el cambio social contra el capitalismo, y por la soberanía y autodeterminación de los pueblos que componen el estado español.
¡ABAJO LA MONARQUÍA!
¡MEMORIA Y REHABILITACIÓN DE LAS VÍCTIMAS!
¡LA CRISIS CAPITALISTA QUE LA PAGUEN LOS RICOS!
¡NO A LA GUERRA IMPERIALISTA!
¡BLOQUE DE UNIDAD POPULAR POR LA REPÚBLICA Y EL SOCIALISMO!
Partido Comunista de los Pueblos de España.
Comité Ejecutivo