La maquinaria del capital es incansable. Siempre dispuesta a la obtención del máximo beneficio mediante el acoso permanente a la clase trabajadora. Produciendo siempre nuevos “inventos” para explotarnos, exprimir nuestras condiciones de vida y reducirlas aún más. Lo hacen con PRISA y sin pausa. Pretenden que “disfrutemos” de condiciones más miserables a la vez que extreman la violencia de las cadenas que nos sujetan a sus objetivos y limitan nuestra capacidad de organización y movilización. Utilizan la violencia del miedo y de las “cosas del son como son” para ir acabando con los reductos de resistencia obrera y popular.
Lo pretenden con el último montaje sobre la “necesidad” de la “reforma” de las pensiones públicas. Naturalmente, a nadie se nos escapa la monumental tarta económica, el enorme BOTÍN al que el capital está más que impaciente por meter mano.
Como argumento más utilizado para defender su extremada “inquietud” por dejar al pueblo trabajador “libre” de esa insostenible carga, afirman que en el futuro el envejecimiento producirá muchos más pensionistas que trabajadores y trabajadoras.
El pueblo trabajador debe pasar de tan propagandístico e interesado y falso argumento. No hacer caso de él. Sin más. Por varias razones:
- El gasto en Seguridad Social ha de estar integrado en el cuadro de los presupuestos generales del estado. En ellos hay que suprimir gastos improductivos: iglesia, ejercito, rey, etc.
- Este país asigna a gastos sociales el 68 % del promedio de ese gasto en la UE de 15 miembros. Hay que exigir su aumento.
- Ligar sin resquicio las pensiones al aumento de la productividad obtenida por la clase trabajadora. Que no sea patrimonio del capital, del patrono. La productividad para quien la produce: En informes proporcionados por economistas del sistema encaminada a conseguir los ansiados planes privados se dice: En 2004 el gasto en pensiones suponía el 7,7 % del PIB y en 2059 sería del 17,4 %; algo más del doble. De ahí deducen que antes de esa fecha se entra en quiebra.
En el mismo informe se documenta que el aumento de productividad proporciona un PIB 2,5 % veces superior al año 2004. Es decir se iría de 100 a 225. Una cuenta sencilla aclara que en 2004 después de pagar pensiones quedan 92,3 (100 -7,7). Tras pagar pensiones en 2059 quedan 225 – 40 = 185 (17,4 de 225 = 40). Más del doble de lo anterior. No nos dejemos engañar.
El PCPA-PCPE llama a movilizarse y organizarse, a unificar luchas y voluntades. A participar en los llamamientos unitarios y parar los pies al capital. No admitir la rebaja de las pensiones por disminución de cotizaciones empresariales, alargamiento de la edad de jubilación o aumento del periodo de cotización. Por el contrario. Hay que exigir:
- JUBILACIÓN A LOS 60 AÑOS.
- REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL A 35 hrs. SIN REDUCCIÓN DE SUELDO Y PROHIBICIÓN DE LAS HORAS EXTRAS.
- POR UNA FISCALIDAD QUE EXIJA MÁS AL QUE MÁS TIENE. CONTRA EL FRAUDE FISCAL Y LOS PARAÍSOS FISCALES.
- NO A LA “REFORMA” LABORAL.
- POR LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA Y EL PUEBLO TRABAJADOR.