En el Unidad y Lucha del
mes de junio del año 2014 se informaba que la Seguridad Social
estaba obligada, con la Ley
27/2011, de 1 de agosto, a enviar una comunicación, de carácter meramente
informativo, a cada trabajador/a sobre su futuro derecho a la jubilación ordinaria.
Esta obligación parecía carente de
sentido alguno, hasta que se observaba que, simultáneamente, había que informar
acerca de cómo esos trabajadores y esas trabajadoras podían conseguir una
pensión privada para cuando cumplieran la edad de jubilación.
Ya entonces, nos preguntábamos cuál
era la finalidad de esta medida que venía determinada desde la Unión Europea , y que
consistía en enviar, durante el año 2014, a las personas mayores de 50 años, un
cálculo especulativo acerca de la pensión que les va a corresponder cuando
cumplan la edad legal de jubilación, asustando con su exigua cuantía y, en
consecuencia, animando a contratar un plan privado de pensiones.
En el programa del Gobierno está
adelantar la edad a los 40 años para recibir la información, a partir de este
año, 2015.
Se trata, en cualquier caso, de una
información hipotética. Ahora mismo es imposible saber, con un mínimo rigor, el
importe de la pensión de jubilación calculada 26 años antes a una persona de 41
años de edad. El cálculo sólo puede estar basado en suposiciones: que durante
esos años no se pierda el puesto de trabajo, que en el caso de cambiar de
empleo se mantendrá el mismo nivel salarial y de cotización a la Seguridad Social
y que los requisitos de cotización vayan a seguir siendo los mismos durante
esos 26 años.
Y, todo ello sin tener en cuenta que
en España existe un tope máximo de cotización, por encima del cual es imposible
ingresar cuotas en la
Seguridad Social.
Es decir, ya entonces advertíamos
que la finalidad de la medida era conseguir que sea quien más gane quien tenga
un plan privado de pensiones, ya que llegado el tope no se le puede descontar
más del salario, por lo que tendrá más dinero para invertirlo en un plan
privado de jubilación para cuando alcance la edad y pueda dejar de trabajar, de
manera que ese dinero no sirve para financiar el sistema público de pensiones
de la Seguridad
Social.
La famosa información no vale para
nada, salvo para incentivar la privatización de las pensiones. De ahí que tenga
que ir acompañada de una carta de las entidades privadas con las aportaciones
que se pueden hacer para obtener, en su día, una pensión privada de jubilación.
Y aquí apuntábamos cuál era la
verdadera finalidad de la medida informativa, la obtención de beneficios
económicos por las empresas privadas del sector de los seguros.
Y así se ha confirmado cuando, ante
el hecho de que se ha acabado el año 2014 y no se ha enviado la información,
han sido las empresas de la patronal del seguro privado las que han puesto el
grito en el cielo ante semejante incumplimiento, publicando en la prensa
burguesa sus quejas y denuncias ante el hecho de que la Seguridad Social
haya incumplido el compromiso de comunicar los datos de la futura pensión de
jubilación a las personas mayores de 50 años. Por ejemplo, leemos en uno de los
titulares “La patronal UNESPA critica el retraso de una medida considerada
clave. El Gobierno congela el envío de cartas a los mayores de 50 sobre su
pensión”.
Por supuesto, la patronal lo
considera clave para sus intereses económicos y se quejan porque están
perdiendo tiempo para lucrarse a costa de los trabajadores y de las
trabajadoras que siguen sin contratarles planes privados de jubilación.
En definitiva, que una vez más, una
medida de la
Seguridad Social , aparentemente neutra, está enmascarando la
privatización de un servicio público, dejando de buscar mecanismos de
financiación para garantizar un auténtico sistema de protección social y
favoreciendo la obtención de ganancias a unos pocos.
Aquí tenemos otro ejemplo de lo que
hace la burguesía para que la clase obrera sumisamente acepte el objetivo
patronal de cargar la crisis económica exclusivamente sobre sus espaldas.
Escrito por Ignacio pastor