La vuelta a las aulas de
los escolares de Puerto Real ha traído consigo el regreso de las protestas de
los padres del colegio Arquitecto Leoz, contrarios a una medida provisional que
provocará la presencia de 51 niños en una sola aula. Coincidiendo con el primer
día de clase convocaron la primera de la serie de concentraciones que han
previsto para esta semana como señal de protesta por la "falta de
planificación de la Delegación de Educación".
La denuncia del AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) se centraba en la situación en la que han arrancado el año académico los alumnos de sexto de Primaria, dos cursos en concreto, que desde ayer se han unificado en un mismo aula atendidos por dos profesores.
"La Delegación lleva años vendiéndonos la importancia de reducir la ratio en los colegios hasta colocarlos en 25 alumnos por clase. Muchos padres han tenido que optar por otro centro porque la ratio no se pude aumentar y ya no había plazas, pero de pronto eso no importa y ponen a nuestros hijos en una clase de 51 alumnos, más propia de los años 70 que del siglo XXI", explicaba exaltado Francisco Delgado, padre de uno de los alumnos.
La denuncia del AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) se centraba en la situación en la que han arrancado el año académico los alumnos de sexto de Primaria, dos cursos en concreto, que desde ayer se han unificado en un mismo aula atendidos por dos profesores.
"La Delegación lleva años vendiéndonos la importancia de reducir la ratio en los colegios hasta colocarlos en 25 alumnos por clase. Muchos padres han tenido que optar por otro centro porque la ratio no se pude aumentar y ya no había plazas, pero de pronto eso no importa y ponen a nuestros hijos en una clase de 51 alumnos, más propia de los años 70 que del siglo XXI", explicaba exaltado Francisco Delgado, padre de uno de los alumnos.
El motivo de esta extraordinaria unificación de líneas no es otro que el retraso en la obra de la antigua casa del conserje del centro, que será transformada en dos nuevas aulas. Aunque estaba previsto que el curso arrancase con ellas listas, lo cierto es que ni tan siquiera han empezado. "Desde el ISE nos han asegurado que hoy mismo (por ayer) la empresa pagará la licencia de obras para comenzar a trabajar cuanto antes. El compromiso es que estén terminadas en un mes y medio, pero aún no lo tenemos claro", explicaba Javier López, presidente del AMPA.
Sin estas aulas y sin la posibilidad de encontrar otro espacio para estos alumnos en un centro que se ha quedado pequeño, las alternativas eran pocas.
La solución por la que se optó fue solicitar al Ayuntamiento de Puerto Real la cesión de parte de la planta baja del edificio municipal que alberga las oficinas del IMPRO. Una sala que sería dividida en dos nuevas aulas para los escolares de sexto A y sexto B.
La sorpresa del AMPA fue cuando recibieron la llamada de la Delegación anunciando que no se haría tal división y que medio centenar de alumnos de Primaria compartirían la misma clase. "Estamos pidiendo una pared de pladur, no una obra faraónica", apuntaba Charo López, madre de una de las alumnas. Otros padres alertaban de posibles problemas de higiene ya que los 50 alumnos deben acceder al aula atravesando el comedor escolar.
Si ayer se concentraban los padres de los alumnos de sexto hoy y el viernes están llamados todos los padres del centro.
