El Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera, inició el pasado año
2012 la incoación de un expediente a
instancia del Grupo Municipal de
Izquierda Unida, para el nombramiento del Alcalde D. José María León Jiménez y
los Concejales D. Antonio García Márquez, D. Antonio Cabello Almeda, D. Andrés
Alberca Conde y D. Rafael Aparicio de Arcos, todos ellos fusilados con motivo del
Golpe de Estado de 1936 en Aguilar de la Frontera y en Córdoba capital, como
miembros honorarios de la Corporación Municipal de Aguilar de la Frontera, a
título póstumo, convocándose para ello una sesión extraordinaria y urgente del
Pleno del Ilustre Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera, el día 8 de junio del
2012, donde en votación ordinaria y por unanimidad de todos los grupos
políticos quedo aprobada la propuesta.
El acto del próximo sábado día 25 servirá para rendir con toda
solemnidad honor y reconocimiento a estas personas. Honor para con las personas
con las que esta sociedad mantiene una enorme deuda de gratitud y
reconocimiento público e institucional para aquellos hombres y mujeres a los
cuales en el ejercicio de su deber.
democráticamente alcanzado, les fue arrebatada la vida de forma
tan vil y cobarde. De forma tan injusta y premeditada.
Es también una obligación publica y moral, recordar su enorme
compromiso , esfuerzo y entrega en unos años ... en un tiempo aciago y sin luz
que puso a prueba día a día su resistencia política y social, su dedicación
para mantener viva la llama de la igualdad social, los derechos laborales y la
libertad, con su tenaz lucha por mantener su dignidad de hombres libre, sin los
cuales no hubiese sido posible conocer la España democrática que hoy conocemos.
Todos ellos fueron hombres marcados por la terrible experiencia
que convirtió esta localidad en un erial cubierto de sangre. Sangre inocente.
Sangre roja, de luchadores, de símbolos vivientes por la defensa por la
justicia y la libertad, frente a un odio ciego, atroz e inmisericorde, que
logró reducir sus vidas y sus nombres en una larga y oscura pesadilla,
sepultando bajo la tierra junto a sus frágiles cuerpos, la historia de los
“desaparecidos”.
Con este nuevo acto de reconocimiento el Ayuntamiento de Aguilar
de la Frontera vuelve a hacer justicia a su verdad, a su recuerdo. Que se les
rinda homenaje y reconocimiento, también es una obligación que nos atañe a
todos nosotros, a las instituciones públicas y a sus familiares. Porque
la justicia y la recuperación de la memoria van unidas de la mano, son un buen
ejercicio para la reconciliación definitiva.
Una reconciliación que comienza con este acto de reconocimiento
y reparación a sus figuras, a su personas, al político, al hombre, al amigo, al
padre que un día cada uno de ellos fue y que hoy recordamos emocionados,
escribiendo con ello, una página que ha permanecido vacía casi tres cuartos de
siglo.
Con actos como este, Aguilar de la Frontera, cierra páginas
hasta ahora desconocidas, y lo hace con la normalidad, que hoy ha de suponer
homenajear a todos los muertos y “desaparecidos”, víctimas inocentes de la
represión del franquismo. Con un ejercicio de normalidad democrática y de
verdadera y plena libertad.
Con actos como este, sin duda alguna ellos volverán a vivir en
el recuerdo de los demás y una vez más dejaremos el testimonio vivo de su vida,
con el que les otorgaremos para siempre la inmortalidad.