La
asociación para la recuperación de la memoria histórica de Aguilar está
acusando la crisis y la falta de apoyo de las administraciones, sobre todo la
central, después de 3 años consecutivos en los que ha desarrollado una intensa
actividad.
La tarea de Aremehisa se ha centrado especialmente en el cementerio
local, donde se han exhumado 67 cuerpos de represaliados, de los que casi la
mitad han sido ya identificados. Sin embargo, este año la asociación ha visto
minimizadas sus actividades y ha tenido que realizar solo intervenciones
puntuales con voluntarios y los recursos que han podido reunir con las cuotas
de los socios, donaciones particulares y el mercadillo solidario.
Son ya 30 las
personas identificadas con las pruebas de ADN y están a la espera de conseguir
financiación para que otras tres familias las puedan realizar. A finales de
octubre, una vez incoados los respectivos expedientes, se comenzarán a inhumar
los cuerpos en los 30 columbarios cedidos por el Ayuntamiento. En este lugar
serán inhumados los cuerpos de las familias que no tienen propiedades en este
cementerio, los no identificados y los de aquellas familias que lo han pedido
expresamente.
Aremehisa prepara ya dos proyectos para la próxima primavera.
Por una parte, intervendrá en Adamuz donde espera exhumar los cuerpos de los
últimos maquis, unas 11 o 12 personas asesinadas entre 1943 y 1949. Ya han
realizado una cata previa que ha confirmado los enterramientos y recibirá una
subvención de la Dirección General de Memoria Histórica de la Junta de
Andalucía de 7.000 euros. Por otra parte, actuará en la entrada del cementerio
de Aguilar donde exhumará una fosa que está debajo de un panteón familiar,
posiblemente con tres cuerpos de vecinos de Montilla.
Según Rafael Espino,
presidente de Aremehisa, en las dos fosas comunes del cementerio no se actuará
hasta que no cuenten con suficiente financiación (80.000 euros para
exhumaciones e identificaciones). El 25 de octubre, a propuesta de IU, tendrá
lugar un reconocimiento institucional a José María León y a los 4 concejales
asesinados, nombrándolos alcalde y concejales honoríficos a título póstumo.