¿Qué circunstancias
hicieron posible que Izquierda Unida recibiera un trato crediticio tan
exquisito como el dispensado por el presidente de Caja Madrid?
En la medida en que
transcurren los días se va perfilando la naturaleza de las relaciones entre
sectores de la dirigencia de Izquierda Unida y Miguel Blesa, el presidente de
Caja Madrid hoy imputado por presuntos delitos de apropiación indebida,
falsedad de documento público y administración desleal. El periódico "El
Economista" publicaba ayer miércoles, 29 de mayo, un amplio reportaje en
el que se aporta una abundante cantidad de datos que ponen en evidencia que esta
Federación política tuvo un privilegiadísimo trato crediticio por parte de la
dirección de Cajamadrid. Si estas relaciones tienen o no implicaciones penales
está todavía por ver en la investigación que ha iniciado el juez Elpidio José
Silva.
De acuerdo con los
datos que ofrece este rotativo, entre "el 2005 y 2009 Blesa concedió a IU
un total de 9 créditos por un importe conjunto de 5,43 millones de euros".
Ello supone, escribe el periódico, 11 veces más de lo que la dirección de Cajamadrid
había otorgado al PSOE - los socialistas recibieron durante ese periodo 3
créditos por sólo 490.000 euros - y casi 60 veces más de lo que recibió el PP,
al que concedió únicamente 3 avales por 95.000 euros.
Según "El
Economista", lo más llamativo de estas concesiones es que se produjeron
cuando los efectos de la crisis económica habían cerrado ya herméticamente los
grifos del crédito a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas. Sin
embargo, la organización que lidera Cayo Lara no solo siguió recibiendo
créditos con toda prodigalidad por parte de Blesa, sino que además le fueron
concedidos pese a haber registrado un impago en el curso del año anterior,
hecho absolutamente excepcional en la política crediticia en tiempos de crisis.
Curiosamente, en los balances
de CajaMadrid a 31 de diciembre de 2004 - continúa escribiendo el periódico -
aparecen operaciones de crédito con IU por 2,38 millones de euros, de los que
884.630 euros "están en situación vencida", según consta en el
informe de gobierno corporativo de ese año, remitido a la CNMV.
UNA LLUVIA CONTINUA DE PRÉSTAMOS
Tan sólo un año después de que se diera esa situación, Miguel Blesa otorgó un crédito de 2,02 millones de euros al partido que dirige ahora Cayo Lara. En 2007 le dio otros tres más por 1,02 millones (uno de ellos no iba para la organización federal sino para el grupo municipal de Córdoba); en 2008 concedió 400.000 euros a Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid y en 2009 firmó hasta tres préstamos más por 2,138 millones.
Los tipos de interés concedidos a Izquierda Unida variaron entre el 1,2 y el 2,7 por ciento, y los contratos se firmaban con garantías hipotecarias o personales. Al cierre de 2009, el último ejercicio completo de Blesa al frente de CajaMadrid, la entidad tenía firmados créditos en total por 2,2 millones de euros con Izquierda Unida y otros 760.000 euros con el PSOE.
El periódico enfatiza
el hecho de que normalmente los préstamos concedidos a los partidos políticos
se dan por plazos de tiempo bastante cortos - a 8, 9, 12 o 36 meses - con el
objetivo de financiar su funcionamiento diario. Aunque de momento, el juez
Elpidio José Silva, que investiga a Miguel Blesa, está analizando sólo los
créditos concedidos al ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, en los
ámbitos judiciales no se descarta que el magistrado someta también a
investigación otros préstamos por si hubiera presuntas irregularidades.
Según aparece en los
informes de gobierno corporativo, los préstamos concedidos a IU son de todo
tipo. En ese último año, por ejemplo, esta formación política contó con una
línea de crédito de 200.000 euros, un préstamo sindicado por 332.000 euros y un
préstamo hipotecario por 1,6 millones. Ante estos datos, el periódico "El
Economista" llega a una categórica conclusión: "si hay un partido
político que debe estar agradecido en España a Miguel Blesa, el ex presidente
de Caja Madrid, ese es Izquierda Unida".
¿UN MATRIMONIO DE CONVENIENCIA?
¿Qué circunstancias
hicieron posible que Izquierda Unida recibiera un trato crediticio tan exquisito
como el dispensado por el presidente de Caja Madrid y su Consejo de
Administración? Aunque la investigación del juez Elpidio José Silva no ha
aportado todavía datos sobre este extremo, parece obvio que la prodigalidad de
Blesa con Izquierda Unida podría tener mucho que ver con el hecho de que un
destacado dirigente de IU, el economista Moral Santín, fuera nada menos que el
vicepresidente de esa entidad financiera, cobrando uno de los mayores salarios
conocidos en la historia de la Banca: casi medio millón de euros anuales.
Pero las intrigantes
razones para la magnanimidad de Blesa con IU posiblemente no acaben ahí. El
voto de Moral Santín, junto al de otros dos consejeros representantes del
sindicato Comisiones Obreras, garantizaron durante años la permanencia de Blesa
en la presidencia. Es decir, que tanto los representantes de CCOO como el de IU
constituyeron una trinchera abierta que sirvió para garantizar la continuidad
en el cargo del banquero hoy procesado. De hecho, cuando estos, merced a acuerdos
políticos contra natura con Esperanza Aguirre, le retiraron su apoyo, Miguel
Blesa perdió de manera fulminante la dirección de Caja Madrid.
EPÍLOGO DOLOROSO
Unas horas antes de
dar comienzo a la redacción de este artículo, daba cuenta a unos amigos,
sencillos ex militantes de IU y del PCE, de los datos aparentemente
incontrovertibles que había aportado "El Economista" acerca de las
relaciones envenenadas entre los supuestos representantes del trabajo y los
epígonos del capital. Uno de ellos, abrumado por el tremendo efecto que la
noticia le había causado, se limitó a decir con pesadumbre: "No salimos de
una para caer en otra peor".
El otro, en cambio,
arrancando fuerzas desde lo más hondo de su optimismo histórico, exclamó firme:
"No tengo ni pizca de tristeza... Cosas como estas seguramente venían
sucediendo desde hace mucho tiempo. Esto pasa cuando los partidos o las
organizaciones políticas se quedan sin bases y son las cúpulas las que lo
manejan todo. Ahora ya sabemos lo que hay". Y reconviniéndose a sí mismo
apostilló: "Como borreguitos nos hemos tragado todo lo que nos han
echado... ¿No te acuerdas cuando murió Franco, y vino el Carrillo a decirnos
que daba lo mismo una monarquía que una república, porque había repúblicas
dictatoriales y monarquías democráticas... Y nos tragamos el invento porque
creíamos que doctores tenía la Iglesia" . Y poniendo el brazo sobre el
hombro de su amigo le dijo con tono de consejo: "Pero ahora esto tiene que
acabarse. No hay que dejar que la derecha sea la que queme el fuego con esta
leña... Debemos ser nosotros mismos los que pongamos el grito en el
cielo".
x Ernesto Gutiérrez - Canarias Semanal ::