La
Unión Europea se muestra una vez más como el instrumento de la dictadura del
capital. En esta
ocasión, ha sido la Comisión Europea quien, mediante un dictamen
presentado como una mera ''recomendación'', ha emitido orientaciones claras y
específicas al gobierno español con vistas a profundizar en su política
anti-obrera. Ello ha tenido lugar como producto del cierre del denominado
Semestre Europeo, mecanismo por el cual las instituciones de la UE somete a
exhaustivo control la política fiscal de los países miembros bajo amenaza de
sanción a aquellos que no cumplan con dichas directrices.
La
subida del IVA, la exigencia de una vuelta de tuerca añadida a la reforma
laboral y la reforma del sistema público de pensiones son expresiones de la
violenta lucha de clases que el capital dirige contra la clase obrera y los
sectores populares para asegurar su propia supervivencia a cualquier coste. No
hay que olvidar que pocos días antes del dictamen de la Comisión Europea,
Business Europe, la organización patronal de la cual es miembro la CEOE,
realizó públicamente una serie de recomendaciones que apuntaban precisamente en
el mismo sentido.
Ya
hace unas semanas el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que, a
pesar de su retórica de defensa de las pensiones públicas, se dictaminaba que
en el futuro éstas deberían ser completadas con seguros privados de empresa o
individuales. Pero la estrategia del capital va mucho más allá.
El
gobierno del PP, otro mero instrumento de la dictadura del capital, está
cambiando su estrategia para frenar su desgaste y sustituyendo los decretazos
del año pasado por un goteo incesante de recortes y contrarreformas. Tras los
recortes en el sistema público de pensiones anunciados en marzo, se dispone
ahora a lanzar una reforma mucho más profunda y agresiva, como queda en
evidencia cuando se analiza la composición de la “Comisión de Expertos” que
debe presentar un informe el 31 de mayo: 8 de sus 12 integrantes están o han
estado vinculados a la banca o a la patronal de las aseguradoras.
La
clave del ataque del capital contra las pensiones públicas está en el concepto
de “factor de sostenibilidad”, que consiste en desligar la revisión de las
pensiones y la subida del IPC (como funciona ahora mismo) para vincularlo a
otros criterios como los ingresos del sistema o la coyuntura económica, lo cual
generará pérdidas económicas para los pensionistas. Al capitalismo lo único que
le preocupa es su propia sostenibilidad como sistema, no la sostenibilidad de
las familias trabajadoras.
Todo
hace indicar que el “Comité de expertos” nombrado por el gobierno no sólo
recomendará aplicar ese criterio sino incluso su entrada en vigor inmediata en
enero de 2014. Hay que recordar que ese factor de sostenibilidad ya fue
incluido en la reforma del sistema de pensiones aprobado en 2010 por el
gobierno del PSOE (y apoyado por las cúpulas sindicales de CCOO y UGT), con la
salvedad de que su entrada en vigor se preveía para 2027. Una vez más se
demuestra que, por encima de las siglas que ocupen el gobierno, quien realmente
gobierna es el capital.
Otro
criterio que se implantará será el del cálculo de la pensión en función de la
esperanza de vida, con el objetivo de rebajar las pensiones actuales. Incluso
hay informes del INSS proponiendo el retraso de la edad de jubilación más allá
de los 67 o el aumento de los años de cotización exigidos para cobrar el 100%
de la pensión (de 37 a 40 años), lo cual acrecentaría aún más el ya incierto
futuro de la que es hoy juventud trabajadora, sometida a una tasa de paro del
56'4% y a diversas formas contractuales que dificultan en extremo la
cotización.
El
Partido Comunista de los Pueblos de España llama a la clase obrera y sectores
populares a luchar de forma decidida en defensa de nuestros derechos y contra
esta nueva y brutal agresión que planea el capital, ahora contra las pensiones
que los trabajadores han generado con su trabajo.
Igualmente
hacemos un llamamiento a abandonar vagas ilusiones sobre la “democratización”
de Europa o un “giro social” de la Unión Europea, discurso que sólo refleja las
debilidades ideológicas que aún arrastran muchas organizaciones políticas,
sociales y sindicales, incapaces de caracterizar a la Unión Europea como lo que
es: un instrumento al servicio del capital y del imperialismo europeo. La única
opción de futuro para la clase obrera y para el pueblo trabajador es la salida
de la Unión Europea y del euro para buscar un camino propio hacia el
socialismo.
Área
de Comunicación del PCPE, 30 de mayo de 2013