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UPOA 8 DE MARZO 2019

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11 de junio de 2010

Entrevista al Secretario Gral. del PCPE



1. Como definiría la situación política

Para el PCPE se trata de una crisis del sistema. En la que se solapan la crisis financiera, energética, ecológica... Una crisis de sobreproducción, fundamentalmente ligado a la crisis estructural del sistema capitalista, donde el capitalismo es incapaz de mantener el ciclo de reproducción ampliada del capital. Tiene capacidad para producir mercancías, pero no se dan las condiciones para venderlas. Existen viviendas, vehículos, equipos del hogar, etc. pero no se pueden vender. Se trata de una crisis de caída tendencial de la tasa de ganancia. El análisis que el marxismo hace consiste en la incapacidad del capitalismo como sistema socio histórico que en la medida en que se desarrolla más agudiza sus contradicciones y su incapacidad para mantener la lógica de acumulación del capital. En este sentido, se compara con la crisis del 29, porque es una crisis de largo recorrido. No es una crisis que se resuelva con inyección de dinero al capital financiero, ni con políticas keynesianas de inversión pública para con ello tratar de crear empleo y relanzar la demanda interna. No es una crisis que se vaya a resolver con cierto movimiento táctico del capitalismo, sino que va a necesitar lo que todo el sistema capitalista recurre como táctica: la destrucción de fuerzas productivas, para volver a reiniciar el ciclo de reproducción ampliada del capital.


La estrategia del sistema para la una destrucción masiva de las fuerzas productivas es lo que todavía no está claro. Evidentemente, hay tendencias. Hay episodios que se están dando, que pueden ser indicativos de por donde pueden ir las cosas. Pero estamos en el principio de la crisis, y todavía no se sabe como van a operar los sujetos que intervienen y qué grado de violencia va a desarrollar la superestructura del sistema de dominación para tratar de recomponer la situación. El grado de violencia más extrema sería la guerra imperialista a una escala brutal. Pero es difícil hacer una previsión de cómo sería ese escenario de guerra. Por ahora hay una guerra difusa extendida por diversos lugares del planeta, que puede seguir ampliándose como tal guerra difusa, pero no hay que descartar episodios más violentos, más concentrados de guerra imperialista que trataran de crear esa condición y una destrucción masiva de fuerzas productivas.

Independientemente del recurso a la guerra, que ahora aparece desde un punto de vista incierto sobre cómo podría desarrollarse ese escenario. Lo que sí es cierto, esque hay un proceso de exclusión social, de marginalidad, de sacar del mundo de la producción a muchos millones de trabajadores y trabajadoras. Una intervención que desde el punto de vista de la geopolítica, condena a países enteros a la miseria más absoluta. Condenándolos a ser países no viables, países fallidos. Sacándolos de la lógica del sistema. Por ejemplo en el caso de Haití, se pone de manifiesto por la coincidencia del terremoto, la situación desesperada que vive la población, siendo una de las partes del planeta con más recursos naturales y riquezas más abundantes. Siendo hoy un país que a 50 años vista va a carecer de cualquier recurso vegetal y de agua.

Hay una parte del capitalismo que se desarrolla en esa clave, en esa línea también se sitúa la situación de Somalia, alguna parte de los países subsaharianos; excluidos de toda lógica del sistema de relaciones internacionales. Países a los que se condena a la miseria, al decrecimiento de la esperanza de vida de su población. Aunque permanentemente se dé en África, en ese escenario el capitalismo central aparte de seguir las políticas de expolio y saqueo en los países neocolonizados, recurre al único elemento flexible que tiene la lógica del capitalismo central: la explotación de la fuerza de trabajo, reducir el precio que se paga por esa fuerza de trabajo, y con ese mecanismo tratar de recomponer el proceso de acumulación de fuerza del trabajo. Con una contradicción interna que provoca esa línea política. Al disminuir la cantidad que se paga por la fuerza de trabajo, se disminuye la capacidad adquisitiva y la demanda interna. En los países del capitalismo central esto es siempre un elemento determinante del crecimiento del PIB. El factor fundamental de la acumulación capitalista no opera. Lo que queda como elemento fundamental es el expolio y el saqueo de la periferia del sistema.

Así, la gran mayoría de las multinacionales españolas como Telefónica, Banco Santander, Repsol, etc. el porcentaje de ganancias es mayor cuando procede de países exteriores que el procedente de España. Esta es una tendencia histórica por ese fracaso del sistema capitalista, producto además de la lógica neocolonial imperialista que desarrolla con distintos gobiernos del país: la posición socialdemócrata, la visión neoliberal franquista del PP. Ya sea que unos basculen más hacia el este europeo, hacia América Latina, y tratando de meter algo la mano en África. Por tanto, esa situación viene a configurar un escenario mundial con el centro capitalista que convierte al conjunto del planeta al saqueo de sus materias primas, de sus recursos capitales, y a la imposibilidad de cualquier esperanza de desarrollo en el escenario del sistema capitalista mundial.

Cuando se habla de países subdesarrollados, no es porque tengan la posibilidad de desarrollarse, sino que su subdesarrollo es consecuencia del desarrollo de los otros. Ese es un callejón sin salida para los pueblos. La única esperanza es cuando esos pueblos inician procesos de liberación nacionales. Procesos autónomos con respecto al centro imperialista. Ahí es donde aperece la contradicción y en el caso de los países que se colocan en esa lógica, la agresión imperialista, es decir, la guerra. Así el caso de Iraq, Afganistán, los procesos involucionistas en América Latina, los procesos de golpes de estado y otras tácticas que se pueden inventar en el próximo período para tener a esos países subordinados.

En ese escenario, el capitalismo central se configura y pierde su careta de capitalismo de rostro humano capaz de ofrecer unas capacidades de consumo a sectores amplios de la población. Aparece el capitalismo depredador para su propia clase obrera y su propia base social. Los elementos de consenso y legitimación social que pudieron funcionar anteriormente bajo la base expansiva última del sistema capitalista, sufren una quiebra y empieza a aparecer la evidencia de la lucha de clases, con una claridad que en el ciclo anterior no existía, y que era más difícil de apreciar en el conjunto de la base social. En esa agudización de las contradicciones de clase, es donde corresponde que el destacamento revolucionario intervenga con respuesta política. Colocando a la clase obrera en condiciones de dar una batalla por la defensa de su bienestar. La clase obrera se sienta una clase diferenciada de la oligarquía y de la burguesía acomodada. La disyuntiva entre el bienestar y sus derechos, y los de la oligarquía reducida a esas 1.500 personas que en este país controlan el 80% del PIB. Una oligarquía que ha tenido un proceso de concentración brutal en la operación de transición democrática, que llaman ellos, y que hoy se expresa en un grupo reducido de personas que representan a un grupo más reducido todavía de personas que controlan, prácticamente, la totalidad de la economía del país.



2. ¿Cuál es la opinión del PCPE en relación a las reformas planteadas por el Gobierno de Zapatero?

En esta situación, cualquier Gobierno que ocupe la sede de la Moncloa, sea del PP o del PSOE, la única posibilidad que tienen de gestionar el sistema es aplicar las prácticas que impone y dicta esa oligarquía española, al mismo tiempo que el proyecto imperialista europeo. Resulta gráfico que el decretazo de Zapatero se lleva al Congreso después de una reunión en Bruselas, donde se encontraba la Ministra de Economía, y tras una llamada directa de Obama. En este sistema no hay flexibilidad para consensos sociales. Cierto reparto de alguna parte del excedente capitalista y las políticas únicas que el sistema puede aplicar, son las políticas de ajuste brutal de las condiciones de vida y de trabajo de los sectores populares. Eso es lo que hace hoy el PSOE, lo habría hecho el PP, si les hubiera tocado, o lo habría hecho un gobierno de concentración nacional, si hubiera avanzado esa hipótesis de consenso social.

Frente a eso, la estrategia es de movilización y de articulación de la clase obrera en torno a un proyecto político, que no tenga como objetivo reestablecer los consensos dentro del capitalismo. Sino avanzar en la articulación de la unidad de la clase y de la capacidad de lucha de la clase obrera para articular una propuesta, que lógicamente tiene que mirar hacia el socialismo. Desde el PCPE, pensamos que seguimos viviendo en una etapa histórica que se inauguró con la Revolución de Octubre de 1917, que es la etapa de transición del capitalismo al socialismo. Los períodos históricos van más allá de los procesos biológicos, se desarrollan con todas sus contradicciones internas, sus procesos de avances y de retrocesos. Los procesos vividos a finales del s.XX y principios del s.XXI podría llevar a alguien a pensar que realmente esa caracterización de la etapa histórica como una etapa de transición entre el capitalismo y el socialismo fue una expresión excesivamente optimista.

Pero nosotros, consideramos que esta etapa histórica sigue estando caracterizada por una transición del capitalismo al socialismo. El objetivo de la lucha de clases es colocar ese horizonte a la clase obrera, sobretodo de los países centrales que no quedan en ningún margen para las burguesías nacionales. Lo que quedan de ellas transita en un cierto período democrático, de revolución democrática que aunque pudieran producir una alianza de la clase obrera y sectores populares con sectores de la burguesía para transitar esa etapa de cubrir el reinado democrático. Consideramos hoy, el proceso de concentración de capital y de conformación de la oligarquía alejado fuera del bloque del poder. Aparte de la burguesía que progresivamente va quedando excluida y va incluso siendo en parte proletarizada. Objetivamente va a tener sus intereses del lado del bloque antioligárquico y antimonopolista. Quien debe ejercer la dirección política, la propuesta hegemónica es la clase obrera. Porque proyecta un nuevo modelo de sociedad libre de la explotación capitalista y como decía Marx “ofrece una perspectiva de igualdad y de justicia social para las grandes mayorías de las sociedades del capitalismo central”.

3. Ante esta situación, ¿cual es la propuesta del PCPE?

La propuesta que hoy coloca el PCPE es articular ese bloque político social liderado por la clase obrera. Para colocar un programa político antimonopolista y antiimperialista que vertebre la lucha y que plantee en su momento, y en la medida del desarrollo de la contradicción y de la acumulación de fuerzas, la solidaridad socialista al sistema de dominación. En esas coordinadas, la posición del PCPE se diferencia, sustancialmente, de las posiciones reformistas que no plantean el objetivo del socialismo, ni la crítica al carácter del proyecto imperialista de la UE. Escenario de la actual crisis y la agudización de la lucha de clases, están planteando una serie de políticas paliativas que lo que tratan es de orientar a la clase obrera y sectores populares hacia un consenso social en el marco del capitalismo. Tratando de dulcificar algunas de sus expresiones más violentas contra la clase obrera y sectores populares. Esa línea política que está defendiendo el partido de Izquierda Europea es una línea funcional al sistema de dominación que nunca va a tener un problema porque exista parte del sistema que reclame algunos espacios dentro del sistema. El capitalismo tiene la capacidad de concepción táctica para en un determinado momento hacer algún tipo de concesión y evitar el conflicto social porque al final lo que prevalece, y lo que domina, son sus intereses oligárquicos.

La disyuntiva histórica, planteada en su momento, entre reforma o revolución. Sigue siendo la disyuntiva actual de la lucha de clases y de la pugna ideológica por el reformismo y las posiciones revolucionarias del PCPE. Situándose del lado de las posiciones de los que defendemos una salida revolucionaria de esta situación. Entendiendo que son procesos de cierto recorrido, de articulación de fuerzas y, lógicamente, de crear las condiciones para que la clase obrera pueda plantear esos objetivos superiores. Hoy no se pueden plantear por la situación de despolitización que no permite movilizarse y articularse con esas capacidades. En la medida en que se vuelve más explícita en las contradicciones de clase, la clase obrera puede hacer un recorrido más rápido de sus procesos de toma de conciencia y del proceso de asimilación de sus intereses. En ese momento, sí puede avanzar hacia una articulación de fuerzas que pueda provocar la crisis revolucionaria y, por tanto, la disyuntiva de la desaparición de la oligarquía y los intereses dominantes.

4. ¿Sería posible un programa de mínimos con otras organizaciones populares y fuerzas revolucionarias en el estado español?

En ese concepto temporal de desarrollo, hasta llegar a provocar la crisis revolucionaria. Hay toda una concepción de alianzas. Algunas de las cuales van a realizarse de forma táctica, en una cierta parte del recorrido. Otras sin embargo serán a nivel estratégico, con aquellas fuerzas y sectores sociales que realmente aspiren a un desenlace revolucionario de la situación. En este sentido, acabamos de acordar con Union Proletaria, CR, Alianza de Intelectuales Antiimperialistas, y algunas organizaciones más, un manifiesto de apoyo a la Huelga del día 8 de junio de la función pública. Llamando al mismo tiempo a que este sea un primer paso para una estrategia de movilización sostenida hacia la Huelga General. Estamos esperando la respuesta de otras fuerzas con las cuales se ha hablado y se ha compartido esta propuesta conjunta. Expresamos nuestra voluntad y compromiso de trabajar con todas aquellas fuerzas políticas, sindicales y sociales que estén por la misma orientación.

En el programa de mínimos a compartir y a acordar tendría los siguientes puntos:

1. La nacionalización de la banca, un elemento que hoy se entiende en la sociedad por el saqueo brutal y el robo que la banca esta realizando a las economías familiares de los trabajadores

2. Medidas de protección a la clase obrera; trabajo o seguro de paro indefinido

3. Salida de la UE, porque las políticas que están ocurriendo en este país corresponde a una disciplina impuesta desde la UE, desde el Tratado de Lisboa. La UE está demostrando unas contradicciones internas brutales y donde el eje absoluto París-Berlín se pone de manifiesto. La UE se manifiesta como un proyecto imperialista que nada tiene que ver con la soberanía de los pueblos, ni con los intereses de la clase obrera. Algunas fuerzas siguen clamando por una Europa de carácter social , donde se piensa que ese proyecto imperialista puede volver con una expresión más social, el PCPE esto es un hecho imposible.

4. Desaparición de todo el gasto parasitario, la Casa Real y el gasto militar, la financiación multimillonaria de la Iglesia Católica, y el abandono por el Gobierno español, de todas las misiones militares imperialistas, donde se encuentran hoy las tropas mercenarias.

5. Derechos iguales para toda la clase obrera, negando la discriminación entre inmigrantes y no inmigrantes. Acabar con las leyes de extranjería y de cualquier tipo de discriminación.

6. Procesos constituyentes hacia la Tercera República, como un elemento de democratización. Es necesario que este estado monárquico heredado por el franquismo, siga siendo una cuestión pendiente por las fuerzas populares y revolucionarias en el estado español.

Este programa de mínimos, con todos esos contenidos, o su mayor parte, es un programa que estamos dispuestos a acordar con un amplio abanico de fuerzas políticas, sindicales y sociales. Escucharemos otras propuestas con mucho respeto e interés. Las fuerzas políticas que quieran llevar a cabo un proceso de estas características, colocarán su propuesta para poder dialogarla y llegar a un acuerdo. Es un reto que llama a todas las fuerzas revolucionarias, actuando en la práctica para hacer viables los discursos. Articular hoy en el estado español un polo político de ese calado, con esos contenidos y con esos sujetos, cambiaría radicalmente la correlación de fuerzas a la lucha de clases en el estado español.

Es posible, es necesario y el PCPE llama a los responsables de cada fuerza política y sindical. El PCPE va a estar empujando con todas sus fuerzas y todas sus capacidades para tratar de que esto avance, aunque otros tomen la iniciativa vamos a ir también, con la voluntad de escuchar y de sumar nuestra propuesta. Se dan las condiciones, y no hay que descartar plazos. Con la formulación de Bloque Popular, Bloque de Izquierdas, u otro nombre. Una alianza político y social que represente un discurso y una propuesta política distinta a lo que estamos escuchando hoy por parte del conjunto de las fuerzas del sistema.

5. ¿Cuales son las relaciones del PCPE a nivel internacional? ¿Y cuáles considera que son las nuevas fuerzas emergentes antiimperialistas, y las posibles alianzas?

Empezando de lo más concreto e ideológico, a lo más general y lo más amplio. A nivel internacional se trata de la Revista Comunista Internacional, en la que a día de hoy, estamos 13 Partidos Comunistas, marxistas-leninistas, que trabajamos con unidad política e ideológica en torno a esta revista. Desde una misma concepción de la lucha revolucionaria y del marco ideológico en el que nos definimos, uniendo esas fuerzas.

Es un paso extraordinariamente importante, desde el punto de vista de la recuperación de la unidad de los revolucionarios que dado como resultado el primer número de esa revista, estando en preparación el segundo número. Esa va a ser una herramienta muy importante para avanzar en la recuperación de la unidad de los revolucionarios a nivel internacional.

Por otro lado, están los encuentros de Partidos Comunistas y obreros que llevan más de 15 años produciéndose y que son un avance importante de otro nivel. Hay corrientes y tendencias distintas, posiciones claramente revolucionarias y otras que se instalan más en el campo del reformismo, pero donde se mantiene un diálogo, un nivel de encuentro y de comunicación de distintos análisis políticos que ayudan a avanzar procesos de unidad, sin que los encuentros consoliden una estructura organizativa concreta, más allá del encuentro anual.

El PCPE mantiene una serie de relaciones bilaterales sobre la base de la coincidencia en los proyectos políticos que trabajamos de una manera especial. A ese nivel, hay partidos comunistas a lo largo del planeta con los cuales nosotros compartimos ampliamente la posición ideológica y el proyecto político, como el Partido Comunista de Grecia, el Partido Comunista de Cuba, el Partido Comunista de Venezuela, por citar algunos ejemplos. La expresión de todo esto, es el comunicado de 21 partidos comunistas europeos en relación a las elecciones europeas.

A otro nivel, el PCPE impulsa una estrategia de alianzas más amplia, antiimperialista, con encuentros a nivel internacional. Entendemos que es una necesidad para aglutinar a una base social mucho más amplia que puede crear un amplio bloque de masas, enfrentado al imperialismo internacional. Hay distintos foros y encuentros sin que esto se consolide como una estructura organizativa clara.

En relación al planteamiento de Hugo Chávez de la V Internacional, entendemos que es una propuesta excesivamente voluntarista, ya que no hay condiciones. Aunque creemos que esa propuesta se debería orientar hacia la creación del Frente Popular Antiimperialista. Cuando Chávez habla de la V Internacional, por los contenidos y los sujetos a los que se dirige tiene más una correspondencia con un Frente Popular Antiimperialista que con la recuperación de una Internacional Comunista Revolucionaria. Hay muchos partidos que están trabajando en esta dirección, y que están haciendo este tipo de reflexión. Van a haber reuniones en los próximos meses y muchas organizaciones creen que el lugar hacia el que hay que conducir esa iniciativa es hacia ese proceso y hacia los elementos fundamentales de internacionalismo proletario en el que el PCPE está absolutamente comprometido por su posición ideológica con la clase obrera, como clase única internacional. Donde el tema de la solidaridad con Cuba, la lucha contra el bloqueo por la libertad de los 5, la lucha por el pueblo palestino y por sus derechos nacionales y el derecho a formar un estado propio, o la lucha de otros pueblos de América Latina o de África, forman parte del acervo político del PCPE.

Nuestra práctica internacionalista es absolutamente comprometida, en la cual al PCPE no le para ninguna restricción que desde los aparatos de poder se puede intentar poner. El PCPE es solidario con las FARC y con cualquier destacamento revolucionario que esté actuando en cualquier lugar del mundo y que utilice la táctica de lucha que considere más adecuada a sus condiciones particulares de opresión y dominación. Independientemente de que esté estigmatizada por el imperialismo y de que se trate de colocarlos en un cerco en el conjunto de la escena internacional. Siempre vamos a actuar de manera consecuentemente revolucionaria y a mantener nuestro compromiso con todas aquellas fuerzas políticas en aquellos procesos populares, nacionales y revolucionarios. Caracterizamos las acciones militares del imperialismo como acciones de agresión a los pueblos. Las acciones de terrorismo de estado, servicios secretos, espionaje, crímenes y asesinatos selectivos, del Mossad, de la CIA, y del CNI, las caracterizamos como una denuncia clara y directa en el cual creemos que el internacionalismo proletario está por encima de cualquier restricción que las fuerzas dominantes puedan hacer. Un elemento fundamental del PCPE, es la independencia y la soberanía de nuestro proyecto. Consideramos éste como uno de los elementos imprescindibles al conjunto del movimiento revolucionario internacional para no quedarse domesticado dentro de los límites que la democracia burguesa, cada vez más disminuida, trata de imponer a los movimientos revolucionarios.

6. ¿Qué les dirías a los trabajadores y trabajadoras, en relación a la situación de crisis que estamos viviendo y su permanencia en el tiempo?

Las primeras explicaciones de la crisis a la clase obrera en los barrios obreros en estos tres años, la hicimos utilizando una expresión muy gráfica. Sobretodo al principio, cuando calaba más el discurso como “en 6 meses salimos de la crisis”, “se ve la luz al final del túnel”, “hay brotes verdes”, etc. les decíamos a los trabajadores y trabajadoras, “si ustedes quieren ayudar a que el capitalismo remonte aguantando un poco, les sugerimos que acepten bajarse el salario a la mitad, y verán como el capitalismo remonta rápido la crisis. Pero con una cosa clara, tras la crisis no recuperarán el salario perdido sino que seguirán trabajando en esas condiciones”

Esta ilustración gráfica de lo que estaba pasando, hoy les podemos decir que todavía no les rebajan a la mitad, pero a alguna gente sí le ha bajado el salario, por ejemplo en el sector de la construcción. El Gobierno va rebajando el salario coordinado con la patronal y el capital financiero, y este es el momento de luchar, de convencerse de que el capitalismo no tiene nada que ofrecerle a la clase obrera. En sus inicios, tuvo determinados avances históricos que supusieron cambios significativos para la clase obrera, pero que ese proceso inicialmente revolucionario, posteriormente modernizador, ya se agotó históricamente en su totalidad. Hoy el capitalismo lo que puede ofrecer a la clase obrera es cada vez más opresión, más violencia y más control. El reto es construir una nueva sociedad donde los derechos de la clase obrera sean protagonistas de ese nuevo modelo social.

En relación a esta crisis hay dos escenarios posibles:

1. El capitalismo remonta la crisis, que como decía Lenin “es capaz de remontar cualquier crisis”. Remonta la crisis sin la lucha de los trabajadores y trabajadoras, por lo cual la clase obrera irá al puesto de trabajo con grilletes físicamente.

2. La clase obrera se decide a luchar, enfrenta al poder, y coloca propuestas políticas alternativas que se sustenten en los intereses de las grandes mayorías. Entonces la salida de la crisis, será de unas condiciones mejores para la clase obrera.

Si se quieren los grilletes, la domesticación absoluta y la renuncia a los derechos y libertades y a la realización personal del individuo, se condenarán a la dictadura del capital. Pero si se quieren mejorar las condiciones de vida, las libertades, una sociedad que se aproveche del gran desarrollo científico técnico para resolver el bienestar de la humanidad entera. En ese caso, hay que luchar. Hay que hacerse revolucionario o revolucionaria, y hay que sumarse a un proyecto por la constitución de la sociedad socialista. Esa es la disyuntiva que hoy tiene la clase obrera, ser libre o esclava. Y nosotros le llamamos a la clase obrera “ser libre”.

Articulo extraido de insurgente.