La medida se ha adoptado "como consecuencia de los problemas de viabilidad que presenta la entidad y ante la imposibilidad de culminar el acuerdo de integración con Unicaja"...
El Banco de España (BE) ha ordenado la sustitución de los adminitradores de Cajasur y ha nombrado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) como administrador provisional de la entidad, una medida adoptada después de que el consejo de administrción de Cajasur descartase ayer su fusión con Unicaja.
El FROB ya ha designado a los tres nuevos administradores provisionales de Cajasur. En concreto, serán José Antonio Iturriaga Miñón, Tomás González Peña y Francisco Orenes Bo. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este sábado una resolución del Banco de España por la que se acuerda sustituir provisionalmente al órgano de administración de Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Córdoba, designándose como administrador provisional al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Igualmente, el BOE publica una resolución por la cual la citada Comisión Rectora del FROB designa a los tres citados administradores, que desempeñarán las funciones que corresponden al FROB. Cada uno podrá ejercitar todas y cada una de las facultades del fondo mancomunadamente con cualquiera de los otros dos.
Así, dirigirán, controlarán y ejecutarán su actividad diaria; nombrarán al equipo de dirección que crean oportuno y concederán; y revocarán poderes, incluso aquellos que, en la actualidad, se encuentran vigentes.
"Garantizar la normalidad"
"La Comisión Ejecutiva del Banco de España (BE), en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley 26/1988, sobre disciplina e intervención de las entidades de crédito, y en el artículo 7 del Real Decreto-ley 9/2009, sobre reestructuración bancaria y reforzamiento de los recursos propios de las entidades de crédito, ha acordado la sustitución de los administradores de Cajasur y la designación como adminitrador provisional al FROB", señaló el BE en un comunicado emitido en la madrugada de este sábado.
La medida se ha adoptado "como consecuencia de los problemas de viabilidad que presenta la entidad y ante la imposibilidad de culminar el acuerdo de integración con Unicaja". El objetivo del BE es "garantizar que Cajasur pueda seguir operando con normalidad y cumpla con todas sus obligaciones frente a terceros", para que depositantes y acreedores "puedan estar totalmente tranquilos".
La Comisión Rectora del FROB, en uso de las facultades que le otorga el apartado 2 del artículo 7 del citado Real Decreto-ley, ha acordado suscribir los recursos de capital necesarios para que la caja alcance un coeficiente de solvencia superior al mínimo legal y facilitar una línea de liquidez que le permita cubrir todas sus necesidades.
El FROB dispone para ello de la amplia capacidad financiera que le otorgó el Real Decreto-ley 9/2009, que estableció una dotación inicial de 9.000 millones de euros, ampliable hasta 10 veces más con financiación externa. "Cajasur representa apenas el 0,6 por ciento de los activos del sistema bancario español, que no va a ver afectada su solidez en absoluto por esta situación", apostilló el BE en el documento, colgado en la web del regulador bancario.
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Los Tahúres de CajaSur
Teodoro León Gross
Las negociaciones en el sistema financiero a menudo parecen timbas de póker; y de hecho Cajasur ha decidido jugársela audazmente en la mano final de la fusión con Unicaja -hasta cumplirse hoy el ultimátum del Banco de España- como se hace en el desenlace desesperado de cualquier timba cuando ya no queda margen de maniobra para el juego estratégico y sólo queda retar la capacidad psicológica de los adversarios para enfrentarse al abismo sin que le tiemblen las rodillas. La caja cordobesa, cuando ya se había rendido a la fusión, decidió desafiar a Unicaja con una apuesta sin retorno. Cajasur va de Cajatahúr. De hecho frisan la ruina y se han enfrentado a una entidad que ha superado con nota alta el aquelarre para sacar los demonios del sistema financiero, pero ahí queda su farol, con el que han tratado de provocar un error de Unicaja hasta la ronda final.
El problema de Cajatahúr son sus fichas sobre la mesa, delatando la situación real de una entidad que se ha gestionado con espíritu de sacristía. Aunque hasta el final hayan tratado de hacer trampa para ocultar la realidad rechazando el informe de la consultora contratada conjuntamente con Unicaja -los datos acojonan: Cajasur perderá este año 528 millones, con un agujero de 800 millones por fondos no cubiertos y 1.000 millones más en los próximos años- los propios técnicos de Cajasur ya destaparon este verano el descenso inevitable a los infiernos. Sus dirigentes, sin embargo, han tratado y aún tratan de resistirse a la realidad. Con todo, cuesta entender esa imprudente maniobra final contra Unicaja, aunque tal vez sea el sino de una caja dirigida por sacerdotes persuadidos de que al final 'Dios proveerá'. Desde luego, si aún esperan eso con la perspectiva de un agujero de mil ochocientos millones, lo suyo es verdadera fe en los milagros.
Cajasur ha desafiado a Unicaja a sabiendas de jugársela en una posición perdedora, y al Banco de España, con la convicción de que no iba a dar el paso de cerrarles el grifo. Se trataba de una maniobra atrevida incluso creyendo que «No hay poder en el mundo contra aquél que en Dios confía». Han asumido demasiados riesgos yendo de farol hasta el final, sobre todo para los impositores. Sin duda, el clan de las sotanas ha contado con dos ventajas: el silencio asombroso de Córdoba, donde nadie en la sociedad civil se ha atrevido a alzar la voz frente a la gestión delirante de esos visionarios con alzacuello; y el factor del localismo, a sabiendas de que muchos cordobeses parecen más cómodos con una intervención catastrófica que bajo dominio de Málaga. Resulta asombroso en el sistema financiero del siglo XXI que los curas lleven años manejando Cajasur como un coto de poder a la deriva.
articulo extraido de kaos en la red.
